jueves, 30 de noviembre de 2017

CRÓNICA DE LO COTIDIANO


ACTIVIDADES DEL CENTRO DE ESTUDIOS CARIBEÑOS EN EL MES DE FEBRERO
(AÑO 2017)


 CURSO-TALLER:
IDENTIDAD Y POESÍA EN EL CARIBE FRANCOPARLANTE



Realizado por:
Equipo de Investigación del Centro de Estudios Caribeños de la UDO - SUCRE:
Dra. Norys Alfonzo, Lcda. Eleusis Bonillo, Mg. María C. Caraballo, Dra. Magaly Guerrero,
MSc. Carolina Lista, Dra. Mariela Longart, MSc. Mariangela  Malavé
Diseño y montaje: Marlene Soto



Dr. Celso Medina y Participantes del Curso-Taller
Foto: Lcda. Edibeth Rondón

El Centro de Estudios Caribeños de la Universidad de Oriente del Núcleo de Sucre inició sus actividades de formación académica en el mes de febrero participando en el Curso-Taller: Identidad y Poesía en el Caribe Francoparlante, a cargo del Doctor Celso Medina, profesor jubilado e investigador de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador de Maturín (Estado Monagas), promovido por la Universidad Politécnica Territorial del Oeste de Sucre “Clodosbaldo Russián”. Estuvo dirigido a docentes e investigadores interesados en el conocimiento de la Literatura Caribeña. El propósito fundamental ha sido introducir a los participantes en el estudio de la Cultura Caribeña francoparlante a través de la obra de los poetas más representativos de esta región.

Este curso-taller se realizó en 40 horas académicas (presenciales y de aplicación).

PRESENTACIÓN

Las Antillas franco-parlantes están constituidas por las islas de Guadalupe, Martinica y Haití. De un territorio de ocho millones de habitantes, siete millones corresponde a Haití, y un millón corresponde a las otras islas, que son desde 1946 Departamentos de Ultramar de Francia. Dos lenguas se hablan en esa zona: el francés y el creole. El primero llega a estas tierras, según Raphaël Confiant “... en 1625 provenientes de casi todas las provincias del Nor-Oeste de Francia y hablaban dialectos del OÏL”. Por ello “se comprende, entonces, que esos colonos no podían imponer a los esclavos africanos, transportados a las Américas para cortar la caña de azúcar, una lengua que no existía aún”.

Las Antillas son espacios donde la identidad se mueve en ricas complejidades. Dos elementos los emparentan: la insularidad y el haber puesto en práctica uno de los peores experimentos de la modernidad: la economía de plantación. En estos territorios se cumplió a cabalidad lo que Eduardo Subirats llamó el “vaciamiento de un continente”, para luego ser repoblado con gente esclavizada, no sin antes cosificarla, convirtiéndola en simples piezas de sus industrias azucareras y de especias. Según Depestre es en ese momento cuando los africanos se convirtieron en "negros", una connotación que trasciende la alusión al color de la piel y se refiere a la situación de “esclavitud”.

Con esto se ha dado la peor de las paradojas: para endulzar a Europa se recurrió al peor de los acíbares, amargar la existencias de millones de personas que fueron acarreadas como esclavos para plantarlos en espacios absolutamente disímiles al de sus tierras de origen, no sin antes haber exterminado las poblaciones indígenas que habitaban en él, a los Taínos, los Arawacos y los Caribes.

Dr. Celso Medina
Foto: Profa. Norys Alfonzo
El propósito de este curso-taller fue indagar cómo la Poesía procura definir la compleja identidad que signa a los caribeños francófonos. Para ello se procedió a inventariar un conjunto de revistas, movimientos poéticos que desde espacios americanos y europeos han ido configurando una poesía preocupada por asir un lugar que los arraigue. Se leyeron traducciones de un conjunto de poemas que recogen en lo posible la pluralidad de los poetas de Haití, Guadalupe y Martinica.

SINOPSIS DEL CONTENIDO:

1. El Caribe francoparlante: historia y configuración como espacio identitario
2. La literatura franco-caribeña como “voluntad programática”
3. África y el Caribe francoparlante
4. Los poetas franco-caribeños y la configuración de la Poética de la Negritud
5. Estado actual de la Poesía franco-caribeña
 

I.     El Caribe Francoparlante: Historia y Configuración como Espacio Identitario

El Doctor Celso Medina inició el Curso-Taller haciendo referencia al espacio geográfico caribeño y a diversos aspectos culturales como un necesario marco para el conocimiento de esta Literatura. El estudio de la Literatura Caribeña es de suma complejidad por el difícil y traumático proceso histórico a raíz del descubrimiento y colonización de América.

Con respecto a la zona caribeña es necesario distinguir la ubicación del conjunto de islas que conforman este mundo. Cabe observar que un grupo son de gran extensión, otras son más pequeñas e inclusive existen pequeños islotes, que a pesar de su tamaño, también han sido importantes en el devenir histórico de cinco siglos de dominación foránea.


a.     Aspectos Geográficos. Problemática en el Estudio de la Literatura Caribeña

Entre las diversas denominaciones del área caribeña se habla de las Antillas Mayores y de las Antillas Menores o “rosarios de islas”, aludiendo con ello, a las pequeñas islas. Se habla de diversas áreas según los grupos de conquistadores que vinieron a estas tierras y el idioma europeo que implantaron. Por consiguiente, tenemos un Caribe hispano, un Caribe anglófono y un Caribe francófono, según se hable español, inglés o francés, respectivamente.

Imagen tomada de: https:/www.explorecaribe.com
Como los objetivos de este curso se enfocan en la Cultura Caribeña franco parlante es necesario distinguir los territorios franceses en América. Hay que mencionar primero a República Dominicana y luego a Haití, conformado por muchos islotes. En principio, toda la isla recibió el nombre de “La Española” debido a la presencia hispana. En 1697, a través del Tratado de Rijswijk, España cedió el oeste de la isla a Francia. Los colonizadores franceses ocuparon la parte occidental de la isla, conformando el territorio del actual Haití. La dominación francesa también se extendió a la zona septentrional de Sur América, en la Guyana, un territorio de tierra firme. La zona de influencia francesa está conformada por 8 millones de habitantes. Un millón corresponde a Guadalupe y a Martinica.

Entre los aspectos geográficos resaltantes se destaca lo que significa la condición de isla y de islotes, los acompañantes naturales de las islas, que desde el punto de vista cultural, implican una diferencia sustancial con la condición de isla por su vulnerabilidad, ya que esos islotes siempre fueron conquistados por Francia, Inglaterra y Holanda. Islas e islotes se emparentan por la insularidad. Allí se estableció la economía de plantación con los cultivos de caña de azúcar, café, cacao, entre otros. Según el profesor C. Medina es una “(…) agricultura de frutos trasplantados, desarrollados y perfeccionados”

Otro aspecto a considerar son las propias condiciones geológicas y climáticas de la región, la presencia de devastadores volcanes y huracanes. Por ejemplo, en una tarde se destruyó la capital de Martinica, totalmente quemada y arrasada, por efecto de la erupción de un volcán. De igual manera ocurre con los huracanes y su efecto destructor en las zonas por donde pasa.[1]


b.       Aspectos Lingüísticos:

Una vez delimitados los territorios de influencia francesa cabe preguntarse sobre la cuestión lingüística caribeña puesto que, por efecto de la implantación de la esclavitud africana y la presencia colonialista europea, se produce una gran confluencia de idiomas ¿En qué lengua se produce la literatura antillana? Resulta esclarecedor ver primero el criterio de Raphaël Confiant. Para él, los franceses que vinieron en 1625 y se instalaron en la Antillas eran del Norte de Francia y hablaban el dialecto OIL.

Imagen tomada de: Guide Touristique 
Haití 2000
El idioma francés no se había consolidado todavía. Así que la influencia idiomática es en su origen dialectal y se une con las lenguas africanas; el creole, la lengua popular se origina allí. En palabras del profesor Medina, el creole es “la mixtura de las lenguas africanas y el francés y es de carácter oral”. Con el tiempo el idioma francés y el creole se hablan simultáneamente en las islas, coexisten. La lengua mayoritaria es el creole; y fue creada por los esclavos como una manera de protegerse, de esconderse. La mayoría de la población fue analfabeta por mucho tiempo. Así que para los escritores e intelectuales fue motivo de preocupación plantearse cuestiones tan relevantes como: “¿Dónde está nuestra voz”? ¿Escribir en creole para analfabetos?¿Escribir en francés?”


c.     Antecedentes históricos:

Imagen tomada de:https:/turismo.org/
bandera-de-Haití
La historia de la colonización en el mundo caribeño ha sido muy compleja. Pocas islas se independizaron en el siglo XIX como sucedió con los países del continente americano. El caso de Haití ha sido excepcional y un gran ejemplo para las Colonias americanas de entonces. Apenas iniciado el siglo XIX, Haití logró su independencia en 1804. Por este motivo fue castigada por los países colonialistas y la isla caribeña quedó aislada. Allí una gran mayoría hablaba el creole y el idioma francés.

En el siglo XX, también hubo Movimientos Pro-Independentistas de las naciones antillanas y de las colonias francesas en otros territorios, como fue el caso de Senegal y Gambia en el continente africano, países que sí lograron su independencia. Las Antillas no obtuvieron su liberación y conciliaron con Francia para ser declaradas “Colonias de Ultramar”. En 1949 se convirtieron en Departamentos franceses de Ultramar en América y los ciudadanos son considerados como “franceses antillanos”. Desde el punto de vista político, Francia también es de América. El autor Aimé Césaire fue importante para la Independencia de Martinica. Después de 1945 opta por la anexión y no por la Independencia. Va en contra de los planteamientos de René Depestre y de Raphaël Confiant. Césaire fue electo como alcalde durante 50 años y también como Diputado. 

A partir de ese momento se configuró una burguesía criolla-negra creadora del pensamiento y Poesía Endorracista y de la “vergüenza étnica”.


d.        La Esclavitud:

Imagen tomada de:https:/www.casadellibro.com
Como consecuencia de la Conquista de América y de sus territorios insulares surgió la Esclavitud de los ciudadanos africanos. Se hizo uso de la gente como un bien económico, reactivándose la categoría de “esclavitud”. El autor René Depestre expresó que por primera vez la esclavitud “cobra color” porque se asoció al ciudadano africano, pero en realidad, es una práctica muy antigua. Eduardo Subirats, en su libro El Continente Vacío: la Conquista del Nuevo Mundo y la Conciencia Moderna (1994), se refiere a la conquista de América cuando los españoles exterminaron a las poblaciones originarias especialmente los Taínos y los Arawacos. Se trata de un continente que “nació” con gente esclavizada.

Haití y las islas francesas fueron los receptores más desarrollados de la esclavitud negra. Los conquistadores fueron exterminando a las comunidades autóctonas. Allí no quedó nada. Muchos investigadores señalan que alrededor de 1550 comenzó el tráfico de esclavos en América, traídos de África. En los siglos XVII y sobre todo en el siglo XVIII “los negreros franceses llevaron esclavos a la isla de Santo Domingo, en la zona de Haití y a Louisiana, otra colonia francesa, en Estados Unidos.

Al irse deteriorando la economía de plantación y decayendo la esclavitud, se fomentó una nueva inmigración en algunas islas del Caribe como Trinidad y Tobago y en Güiria (Venezuela) con la traída de colonos de la India. Este es un nuevo factor cultural que deja su impronta en la isla caribeña.
 



[1] Recientemente entre el 4 y 12 de septiembre (2017), la zona caribeña ha sido devastada por los huracanes Irma, María y José, arrasando a las islas de Barbuda, Dominica, Puerto Rico, Cuba, entre otras.

CRÓNICA DE LO COTIDIANO

 CURSO-TALLER:
IDENTIDAD Y POESÍA EN EL CARIBE FRANCOPARLANTE
(Continuación)


Realizado por:
Equipo de Investigación del Centro de Estudios Caribeños de la UDO - SUCRE:
Dra. Norys Alfonzo, Lcda. Eleusis Bonillo, Mg. María C. Caraballo, Dra. Magaly Guerrero,
MSc. Carolina Lista, Dra. Mariela Longart, MSc. Mariangela  Malavé
Diseño y montaje: Marlene Soto

                                     
II.     La Literatura Caribeña como "Voluntad Programática"



En el siglo XX, poetas y artistas de Latinoamérica y del Caribe configuraron interpretaciones sobre su idiosincrasia y valores identitarios, buscando definir sus raíces culturales. En el ámbito caribeño se buscó precisar en qué consiste “ser isleños” y “ser universales” simultáneamente; y si es posible abrirse a la cultura universal estando aislados como isleños, de alguna manera “cerrados” culturalmente. Correspondió a los intelectuales indagar sobre esa conciencia ante la Identidad Cultural y la Insularidad. En general, la reflexión del momento osciló en develar dos aspectos básicos: el Desarraigo y la Universalidad de la cultura caribeña. Los distintos planteamientos varían de acuerdo a la historia de cada isla, puesto que los procesos históricos se dieron de manera diferente en Haití, en Guadalupe y en Martinica. Señaló el profesor Celso Medina que según Raphaël Confiant “hay una voluntad programática” que se relaciona con la cultura caribeña de habla francesa y que piensa no sólo en su isla sino también en el mundo entero. Es una poesía con visión de manifiesto.


Uno de los movimientos más trascendentes fue el Pan-Africanismo. Cobró vigencia en la década de 1920 para reivindicar a África, en consonancia con los movimientos vanguardistas de la época. Se propuso dar visibilidad a una cultura, que aunque estaba golpeada no se tornaba en inerte, estaba vigente. Es un movimiento universal que se manifestó en todos los lugares con presencia africana: en África, en Estados Unidos, en Jamaica, en Francia, por mencionar a algunas naciones.

Imagen de: https://www.priceminister.com
Algunos autores franceses y belgas se interesaron por la cultura africana: Placide Franz Tempels escribió “La Fisolofía Bantú”: Ontología del africano; Alexis Karamel: Filosofía Bantú; Marcel Griaulg: Entrevista a un anciano Dozon.

Entre los valores de la cultura africana está el concepto comunitario de familia, el linaje, la etnia, la veneración a los ancianos y a los antepasados. La vida no se interrumpe con la muerte; por eso el pasado es tan importante, así como también el  concepto de lugar que destaca árboles como el Baobab y pequeños seres como las hormigas; esta valoración va más allá de lo físico, implica también toda su cultura. Es una visión distinta a la de Occidente.

En términos generales, con el Pan-Africanismo se dio una revaloración de la cultura africana, a sus poetas y artistas. Por ejemplo, en Jamaica se imaginó un país ideal: Etiopía. El autor jamaiquino Marcus Garvey fue relevante en esta propuesta. En África, Senegal logró su independencia. La cultura africana comenzó a verse con simpatía y mirar al ciudadano africano como un ser pensante. Se comenzó a conocer a poetas y artistas. Puede mencionarse, por ejemplo, al poeta Birago Diop (1906-1989), quien se dedicó a recoger la tradición oral africana y mitos y leyendas de su país. Es famoso su poema “El Alma de los Ancestros” en donde se observa una relación con las cosas y con la muerte. Además, se repiten los versos por su musicalidad. Se trata del Animismo, una creencia en muchas religiones de  que todo tiene alma:

Escritor Birago Diop 
Imagen tomada de:https://biografiasyvidas.com
El alma de los ancestros

Escucha con más frecuencia
la voz de las cosas antes que la de los seres,
La voz del fuego que se propaga.
Escucha la voz del agua.

Escucha en el viento
el sollozo del arbusto:
Es el alma de los ancestros.

Los que han muerto no han partido nunca
Ellos están en la sombra que esclarece
Y en la sombra que se espesa,
Los muertos no están bajo la tierra
Ellos están en el árbol que se mece
Ellos están en el árbol que gime,
Ellos están en el agua que corre,
Ellos están en la choza, ellos están en la muchedumbre
Los muertos no están muertos.

Escucha con más frecuencia
la voz de las cosas antes que la de los seres
La voz del fuego que se propaga.
Escucha la voz del agua.
Escucha en el viento
el sollozo del arbusto:
Es el alma de los ancestros.

El alma de los ancestros muertos
que no han partido
que no  están bajo tierra,
que no han muerto.
Los que han muerto no han partido nunca,
Ellos están en el seno de la mujer,
Ellos están en el niño que llora,
y en la llama que se inflama
Los muertos no están bajo tierra,
Ellos están en el fuego que se apaga,
Ellos están en la roca que se queja,
Ellos están en las hierbas que gritan,
Ellos están en el bosque, ellos están en la morada
Los muertos no están muertos. 



El autor, Léopold Sédar Senghor (1906-2001) tiene un poema que se llama TOTEM, y manifiesta sobre "el negro" una visón distinta a la estereotipada y estigmatizada a lo largo de los siglos:

Totem

Tengo que esconderlo en lo más íntimo de mis venas
el ancestro de piel de huracán surcado de claridades y de rayo
Mi animal guardián, se me esconde
para que no rompa los candados
Es mi sangre fiel la que requiere fidelidad
protegiendo mi orgullo desnudo contra
mí mismo y la soberbia de las razas felices.


                            III.        África y el Caribe Franco-Parlante: Africanismo Literario en El Caribe

Escritor René Depestre
Imagen tomada de:http//ile-en-ile.org
En la Cultura Caribeña también se encuentra vigente el Africanismo literario. Uno de los rasgos sobresalientes es el animismo africano, que se resignifica en la poesía antillana. Es una característica fundamental que “zurce” la poesía caribeña. Es de capital importancia considerar este aspecto.

Sobre la presencia africana en El Caribe han surgido muchas interpretaciones. Entre las más conocidas se encuentra la visión de René Depestre. Para él el esclavismo en América se pigmentizó y creó una especie de negrofagia. En palabras del investigador Celso Medina “se creó una perversa “semiología somática” para referirse a diferentes aspectos relacionados con la cultura negra. Sus planteamientos polemizaron con la visión de Aimé Césaire y del senegalés Léopold Sédar Senghor.


Imagen tomada de:https://
latiendacomprometida.com



Para Frantz Fanon, siquiatra de Martinica y autor de las obras Los Condenados de la tierra, (1961), y Máscaras negras, pieles blancas, (1973), entre otros,  declaró: “El blanco está encerrado en su blancura y el negro, en su negrura”. Y, según el profesor C. Medina, “desde ese encierro, produjo prácticamente un Frankenstein social y cultural.”

A partir del siglo XIX, Francia comenzó los procesos de colonización en África. Los gobernadores franceses en este continente eran antillanos por cuestiones ideológicas. René Maran ciudadano de la Antillas, fue funcionario en Senegal. Destacó el profesor Celso Medina que según Hegel” (…) El África Negra es el continente de la Infancia. No se pueden considerar hombres”. Esa visión occidentalista no es solamente para el colonizador sino también para los colonizados. El sentimiento de “vergüenza étnica” es asimilado por la burguesía antillana que piensa en el modelo francés. Eran años en que se estimaba a los famosos antillanos más que a los franceses africanos, por razones ideológicas, hasta hoy. Por ello, se habla de un “blanqueamiento cultural”. Esto propició el surgimiento de una élite negra. El blanqueo es una actitud de vergüenza étnica. El símbolo y vía para ese “blanqueamiento cultural” fue la Escuela y el Estudio.
Imagen tomada de:https:
//casadellibro.com

En los primeros treinta años del siglo XX la reflexión de los intelectuales latinoamericanos y caribeños fue intensa. Se puso de moda reflexionar sobre la otredad, la alteridad y la cosificación. Agregó el profesor C. Medina: “En Las Antillas, en 1928 el prestigioso etnógrafo hatiano Jean Price-Mars publica su libro Así habla el tío (1935) (Ainsi parla l´oncle), en el que fija posición en torno a lo que denominó el “bovarismo” de los intelectuales haitianos, que bien puede ser atribuido a todos los intelectuales antillanos.” Celso Medina citó textualmente a Jean Price Mars sobre cómo concibe el “Bovarismo intelectual”:
 “la facultad que se atribuye una sociedad de concebir al otro como lo que no es"(1965:10).
En esa mirada positiva del “otro”, va implícita una subestimación de lo propio:
 “… por una lógica implacable, en la medida en que nos esforzamos por creernos franceses “coloreados, nos despreciamos en el ser haitianos” (ídem).

Comentó el investigador que “El referido libro abrió un camino hacia lo que sería una línea capital en el proceso de discusión identitaria de los antillanos”.

  
Creolidad

Elogio de la Creolidad
Imagen tomada de:https://casadellibro.com
Otro planteamiento es el de la Creolidad, que se puede observar en la obra de Jean Bernabé, Patrick Chamoiseau y Raphaël Confiant : Eloges de la créolité (1989), en el que se destaca cómo una cultura se ha ido formando en torno al creole y toma en cuenta la religiosidad, que ya no es africana ni es católica. Es “mezcla”, según la autora Michelle Ascencio en su obra Las diosas del Caribe (2007) y nació del miedo. El complejo de inferioridad y estigmatización cultural se alimentó de la religiosidad puesto que las deidades africanas se cristianizaron y se transformaron con el santoral católico.


Otro aspecto en el manifiesto “Elogio a la criollidad”, es, en palabras del profesor Medina, pronunciarse “por un lugar autónomo de la antillanidad, bajo le batuta lingüística de la lengua Creole. Señalan los autores que no son “Ni Europeos, ni africanos ni asiáticos: nosotros nos proclamamos Creoles. Llamarnos Creole será para nosotros una actitud interior; o más bien de vigilancia, o mejor aún, una especie de envoltura mental en medio de la cual se construirá nuestro mundo con plena conciencia del mundo”. 


IV.     Poética de la Negritud 

                                                                                    
También surgió la Poética de la Negritud. ¿Cuál es la particularidad del movimiento de la “negritud franco-caribeña”? Es una poesía cerca de lo panfletario hacia los años 20 hasta que aparecen en Francia los poetas Aimé Césaire, Léopold Sédar Senghor y Léon-Gontran Damas (Guyana Francesa) quienes complementan la perspectiva culturalista de la Negritud que valora la Cultura Negra y una Filosofía de la Negritud. Algunos lo asociaron con una Etno-Filosofía por la valoración de la música, las tallas negras, el mundo africano. Es una concepción desde lo etnográfico.

Los Poetas de la Negritud no huyeron del concepto de “lo negro”. Rompen con la visión plañidera de auto-compasión, de considerarse a sí mismos como “pobres negros”, actitud creada a lo largo del tiempo en la Cultura de la Resignación. Inclusive, se creó la “figura del zombi” que aboga al sufrimiento.

La Poética de la Negritud rescata el orgullo de ser negro. Crea un espacio para la cultura y herencia africana tan válida como la cultura griega o la cultura latina; realizó un gran esfuerzo por restablecer una cultura en el mundo. Así mismo, los poetas y escritores de la Negritud hicieron el esfuerzo de escribir en francés y de establecer vínculos con África y decirle al mundo: “existimos y queremos que ustedes entiendan que existimos”. También el movimiento de renacimiento norteamericano y jamaiquino rechaza al blanco. La negritud de Césaire no.

L`Etudiant noir, page de titre
Imagen tomada de: https://
www.patrimonies-martinique.org

Entre las publicaciones del movimiento de la Negritud se destaca la revista Legítima Defensa, publicada en 1932.

En 1934 se creó El estudiante negro, un periódico que tuvo mucho impacto en Guyana, que también participó del movimiento de la Negritud, Guadalupe y Senegal. Césaire estuvo presente en estas publicaciones. Senghor y Césaire coincidieron en la reivindicación no sólo del “negro” sino de la cultura negra.

Hay posiciones de alerta frente a los planteamientos de la negritud que ubica a la explotación del africano en la órbita del capitalismo, como puede apreciarse, por ejemplo, en la obra de René Depestre, Autorretrato en Otoño.

CRÓNICA DE LO COTIDIANO


 CURSO-TALLER:
IDENTIDAD Y POESÍA EN EL CARIBE FRANCOPARLANTE
(Continuación)


Realizado por:
Equipo de Investigación del Centro de Estudios Caribeños de la UDO - SUCRE:
Dra. Norys Alfonzo, Lcda. Eleusis Bonillo, Mg. María C. Caraballo, Dra. Magaly Guerrero,
MSc. Carolina Lista, Dra. Mariela Longart, MSc. Mariangela  Malavé
Diseño y montaje: Marlene Soto



V.     ANTILLANIDAD

Imagen tomada de:https://abebooks.com
La definición sobre el Ser caribeño pasa por muchas reflexiones, como se ha visto. Otro enfoque corresponde a la Antillanidad liderada por el autor Edouard Glissant de Martinica al publicar en 1981 su ensayo El discurso antillano.

Por su parte, el autor Raphaël Confiant señala que la antillanidad consiste en la reafirmación de la propia caribeñidad: ni africanos, ni negros. SE ES ANTILLANO. De esta manera, Caribeñidad y Antillanidad van de la mano, son equivalentes y se implican mutuamente.

Hay elementos culturales  que son como rutas hacia la antillanidad y establecen relaciones complejas:
Relación con África
Relación con Europa
La condición de Insularidad, de por sí compleja  porque remite a la situación de nomadismo y de sedentarismo en las vivencias de todo caribeño. Es una manera de defender la isla sin reducirla y trata de convertir el espacio local en universal.

La Antillanidad busca superar algunos planteamientos de la negritud, como lo demuestra René Depestre en su ensayo Buenos días y adiós a la negritud (1986), en donde se impugna la Negritud. Es una visión más dialéctica, no racista, que busca DESRACIALIZAR la cultura caribeña.


LA POESÍA FRANCO-CARIBEÑA

Al revisar los poemas y obras de autores francófonos encontramos una gran riqueza temática y conceptual cónsona con los diferentes movimientos culturales caribeños ya mencionados, nutridos de las experiencias de cada escritora y escritor en particular.

En términos generales, se destacan los temas políticos, el clima de violencia en las dictaduras, el compromiso político evidenciado en la Poética de Negritud con autores como el martiniqueño Aimé Césaire. Los temas sociales también están presentes en amplia y variada gama de motivos como el trauma cultural y el desarraigo, que repite el modelo romántico europeo y que se corresponde con la etapa de la negrofagia y el blanqueamiento ideológico naciente.

La mujer aparece en la visión tradicional patriarcal como “la otra costilla” del hombre en “visión adánica”, según el profesor Celso Medina. No obstante, hay una literatura escrita por mujeres, pujante y cada vez más abundante que incorpora la sensibilidad y visión femenina.

También la poesía antillana expresa su dolor ante los embates de la naturaleza: terremotos, huracanes, volcanes.

Como rasgo común de esta literatura se manifiesta en todas las épocas la sensibilidad caribeña en los diferentes escritores isleños, inclusive en los de origen europeo como el poeta Saint-John Perse (1915-1996) de la isla de Guadalupe y Premio Nóbel de Literatura en el año 1960. Aunque su visión del mundo es occidentalista e incorpora al surrealismo, no escapa en su obra una visión sobre el mar, el viento, los pájaros de las islas. Por ejemplo, en su poema “Canto de isla” en donde resalta la presencia de los vientos. Por tal razón el profesor Celso Medina indicó que “la poesía más que un género de tiempos es un género de espacios”. La editorial venezolana Monte Ávila publicó una antología de la poesía de Saint-John Perse, realizada por la investigadora Aura Marina Boadas.
Dr. Celso Medina
Foto: Profa. Norys Alfonzo


Señaló el profesor Celso Medina que la poesía “no sólo se hace con palabras. Es con el sentido y con el sentimiento”. De tal manera que hay poetas preciosistas en el manejo del lenguaje, pero su poesía no es expresiva.

La sensibilidad caribeña incorpora el paisaje de las islas; el viento, el mar, la vegetación, los pájaros, las olas, el rumor del mar. Al respecto, el profesor Medina expresó: “el ritmo de la poesía antillana es el ritmo de la ola y no del tambor”.

Otro aspecto que se aprecia en esta literatura es la condición de insularidad a través de imágenes y metáforas relacionadas con la “mirada al infinito”, en donde el mundo caribeño puede ser comparado con “un campo de islas” ya que algunas personas expresan que los isleños no están solos porque al frente de su isla hay otras. También su relación con África. La literatura expresa todas estas realidades y se particulariza en cada isla. Por ejemplo, Jamaica reconstruye el espacio del retorno a África.

El Africanismo literario también está presente con mucha fuerza en la poesía antillana a través del animismo cultural y rítmico que expresa esta literatura. Una africanidad que también incorpora al Surrealismo, en una época de muchos intercambios culturales como fue el período de las vanguardias artísticas de los años veinte al cincuenta, aproximadamente en el pasado siglo XX.


LAS MUJERES POETAS EN EL CARIBE FRANCÓFONO

La mujer caribeña ha participado en el mundo de las letras y de las artes. Son muchos los testimonios de la presencia de estas grandes damas que, desde su condición femenina han debido sortear todo tipo de dificultades ante una evidente cultura machista que niega a la mujer su figuración social más allá de su rol de madre y esposa.

El profesor Celso Medina incluyó en este repertorio de poetas caribeños a destacadas escritoras como Virginia Sampeur (Haití), Ida Salomón Faubert (Haití), Kettly Mars (Haití), Mireilles Jean-Gilles (Guyana Francesa).

En primer lugar, se hizo referencia a la escritora Virginia Sampeur. Nació en Port-au-Prince (Puerto Príncipe), la capital de Haití en marzo de 1838 ó 1839 y murió en junio de 1919. La crítica literaria la considera como la primera mujer que publica en Haití.

Un hecho familiar le lleva a escribir uno de sus poemas más conocidos, “La abandonada (L’abandonnée), a raíz de su corto matrimonio y posterior divorcio con el poeta y político Oswald Durand.

Desde el punto de vista del poema puede decirse que es un poema universal, sin referencias localistas, que expresa el sentimiento del abandono y del despecho:

La abandonada

“Ah, si estuvieseis muerto! Con mi alma lastimada
haría una tumba donde, amada clausura,
mis lágrimas se derramasen lentas, sin atrición.
(…)
Ah, si estuvieseis muerto, vuestro eterno silencio
menos yermo que ahora, tendría su elocuencia,
Pues no sería ya el cruel abandono.
(…)
Pero no estáis muerto ¡oh dolor sin medida!
pena que hace brotar la sangre de mi herida
 ( … )
¡Ingrato!¡Vivís mientras todo clama mi venganza!
Pero yo no escucho. A falta de esperanza,
por instantes vuelve el pasado, todavía me acuna…

Otros poemas de la autora destacan los elementos naturales: el sol, las rosas, los plátanos, el aroma de los árboles frutales y las flores, el canto de los pájaros; como se lee en el siguiente verso:

“Siento en mi alma cantar esa primavera”

La autora logró publicar algunos poemas en revistas y periódicos de entonces y cuentos publicados en folletines.

Poeta Ida Salomon Fauber
Imagen tomada de:http://idafaubert.net/histoire.html

Otra autora notable es Ida Salomon Faubert. Al igual que Virginia Sampeur nació en Puerto Príncipe, el 14 de febrero de 1882. Su padre, Lysius Félicité Salomon, fue presidente de Haití entre 1879 y 1888. Ida vivió mucho tiempo en Francia. Allá publicó en 1939 su poemario: Corazón de Islas (Coeur des îles), con el cual ganó el premio Jacques Normand.

Se destaca de este poemario su conmovedor poema “Jacqueline” dedicado a su hijita muerta. La crítica literaria señala al poemario como “poesía del corazón”, sentimental y subjetiva que podemos observar en los poemas “Overtura” y “Suavidad”. 




Overtura
“Te amo por apiadarte del delirio,
Y por haber, conmigo, sufrido mis dolores;
Te amo por saber qué palabras decirme
Y por haber besado tierno mis ojos llorosos”


Suavidad
Para ti me he de volver dulce y amante;
Para que venga el olvido de malos días de antaño
Y no sepas ya que la vida es malévola
Que hiere al corazón y que se sufre tanto.
Para ti, volveré a ser esa niña obediente,
Que sueña con canciones, de amor y beldad,
Y que a veces besa una flor a su paso,
Para sentir en sus labios un temblor de verano. 
Te abriré mi corazón que el sol inunda,
Conocerás mi alma y sus deseos ardientes,
Y de la vida y el mundo ya solo sabrás
Que te adoro y que ya es primavera.

Ambos poemas expresan el sentimiento amoroso. Se considera a Virginia Sampeur y a Ida Salomon Faubert como las pioneras e iniciadoras de la literatura femenina en Haití.

De las autoras haitianas contemporáneas es notable por su prolífica producción, la poeta, cuentista y novelista Kettly Mars. Nació en Puerto Príncipe el 03 de septiembre de 1958, en donde vive actualmente. Sus obras más conocidas son:

·         Soles Contrarios [Soleils Contraires] (1996), novela, con la que obtuvo el premio Jacques Stephen Alexis.
·         Fuego de Miel [Feu de Miel], poemas (1997)
·         Rugidos y Sollozos [Feulement & Sanglots], poemas (2001)
·          Mirage-hotel [cuentos] (2002)
·         Kasalé, novela, (2003 y 2007)
·         La hora híbrida [L’heure hybride] (2005) novela con la que obtuvo el premio Senghor de Creación Literaria en Francia.
·         Temporadas Salvajes [Saisons sauvages] (novela, 2010)
·         El príncipe negro [Le prince noir de Lillian Russel], en colaboración con Leslie Péan (novela, 2011)
Poeta Kettly Mars 
Imagen tomada de:http://ile en ile.org/mars
·         En las fronteras de la sed [Aux frontières de la soif] (novela, 2012).


Deriva en rojo (I)

Porque cada palabra esconde un fin del mundo
y la sombra hace más viva la luz
la bella vida de su herida roja
flamea en tristezas esparcidas
Un rojo exuberante hasta morir
un rojo para amar sin tomar aliento
para beber como un maravilloso veneno
El rojo de mi amor me quema así de fuerte

El flamboyán rojo en el silencio violento
fuego de júbilo o sacrificio sangriento
el flamboyán carnívoro chupa la sangre del verano
mi corazón también lo hace, manchándome
Somos como amantes voraces

Quién me dirá que no es bello llorar
quién me dirá que me entregue al instante bermejo
y por qué la sangre tenaz del verano renace
en el orgasmo del flamboyán

Un pétalo dos pétalos tres pétalos
rojo sangre rojo vulva rojo Ogou
Tú derivas hija mía, derivas y te enredas
alienado punto de guardia en el tiempo del flamboyán
La pasión es roja, roja e inquieta
exulta en el corazón del verano en caída libre

Y mi deseo sin vergüenza se me pega al cuerpo
omnipresente omnívoro hambriento de instantes multicolores
El rojo flamboyán reclama en mis venas lo debido
como los devoradores labios de un verano escandaloso.

Poema que expresa sensualismo y sentimiento amoroso en un juego de imágenes poéticas animadas por los colores de la naturaleza, especialmente el color rojo del flamboyán, asociado a la pasión amorosa.

De otro territorio francófono en América se menciona Mireille Jean-Gilles, quien nació en Cayena, capital de la Guyana Francesa, el 28 de noviembre de 1962. Estudió Agricultura Tropical en Montpellier (Francia). Trabajó en África, en Chad y en Madagascar. Actualmente vive en Martinica. Es creadora de poesía, narrativa y teatro.

Escritora Mireille Jean-Gilles Imagen tomada de:http://ile- en- ile.org
Una de sus obras más famosas es El Viaje a Haití [Le Voyage en Haití], del año 2004, presentado en Cayena, en la entrega del Premio Carbet y fue publicado en Ile en île. Posteriormente esta obra fue adaptada al teatro como espectáculo musical en abril del año 2005 y presentada en Puerto Príncipe por James Germaín, Boulot Valcour y Roland Zéliam. También fue presentada en Martinica y Guyana Francesa. En el año 2007 la obra El Viaje a Haití, fue publicada con fotografías de Marc Lee Steed. He aquí un fragmento de este poema en prosa, dedicado a James Germain:


La Dominica es bella y orgullosa, como una esfinge, la cabeza entre las nubes.

Ellas lucen gafas de estrellas, por eso nunca sabremos el color de sus ojos, ellas destacan nítidamente en todas partes porque son bellas, rubias y ricas. Vemos sus espaldas, sus estiramientos un poco acentuados, maridos un poco viejos, pasan como estrellas fugaces, su razón de ser es esa, más que viajar, que no tiene mucho sentido, ni interés, vagar por los pasillos del aeropuerto para convertirlos en sus salones privados, mujeres ricas y marcadamente bellas porque son rubias se visten de negro, pantalón negro, suéter negro, gafas negras para ser más visibles, más rubias, más marcadamente bellas. Pero, después de todo, ser bella no es sino ser marcadamente bella y es si duda por eso, el otro día, cuando me crucé con esta mujer tan familiar, tan marcadamente familiar, yo la conseguí bella, por su seguridad plena, la seguridad de destacarse, mirada, desfigurada, como si se tratara de una mujer excepcionalmente bella y que no pide otra cosa que destacarse, desfigurada, que su imagen sea inscrita siempre en la memoria de no importa cuál pasajero.

(…)

Aterrizo en las nubes y paso del sol para una primera vista de Haití.
Más África que Caribe, más negro que mestizo, más pobre que miserable.
Repartida en tres mundos.
La mañana, los niños buscan el agua.

Ella tiene los ojos como el mar, si se le mira bien podía pensar en el riesgo de no volver más.
Hay países donde los hombres y las mujeres proponen sus culos a los clientes de los hoteles de lujo, aquí son las estrellas que se han propuesto, prostituido, para vivir.
Alguna cosa de sofocante y frenética.

Una inestabilidad permanente, fuerzas contrarias que se entrecruzan que se entrechocan, y detrás de ellas, una nube de fulgor.

Tráfico de agua.

Cantera desordenada y sin armonía. Una cantera nunca acabada.
No hay más música, sino color.

Sentada sobre los tramos de una escalera de madera, de
un lado las vacunas, del otro el hombre sentado ante
su ordenador.
No hay juntura entre los dos mundos.

Aquellos que quieren pasar los fines de semana en
República Dominicana para solazarse en la playa,
¡Como si no hubiese playa aquí! Dice Bárbara

[…]