miércoles, 6 de diciembre de 2017

CRÓNICA DE LO COTIDIANO

“ZENAIDA VARELA: VOCACIÓN DOCENTE Y COMPROMISO SOCIAL”


Realizado por:
Equipo de Investigación del Centro de Estudios Caribeños de la UDO - SUCRE:
Dra. Norys Alfonzo, Lcda. Eleusis Bonillo, Mg. María C. Caraballo, Dra. Magaly Guerrero,
MSc. Carolina Lista, Dra. Mariela Longart, MSc. Mariangela  Malavé
Diseño y montaje: Marlene Soto



El Centro de Estudios Caribeños de la Universidad de Oriente, Núcleo de Sucre, celebra todos los años el Día Internacional de la Mujer. Para ello honra a mujeres del Estado y del Oriente del país, que se han destacado por sus valiosos aportes a las comunidades en donde viven o han vivido. Este año 2017 el CEC-UDO ha homenajeado a la inolvidable cumanesa Zenaida Varela, a través de las VII Jornadas de Reflexión dedicadas a la Mujer, con el título de “Zenaida Varela: Vocación Docente y Compromiso Social”, que se realizó el día 29 de marzo del año en curso.
Profa. Carolina Lista
Foto: Profa. Mariangela Malavé
La presentación de dicho evento estuvo a cargo de la profesora Carolina Lista, integrante del Equipo de Investigación del CEC. Como invitados especiales contamos con la presencia de la profesora Larissa Varela y del cronista de Cumaná, Dr. Ramón Badaracco.

La profesora Carolina Lista inició el conversatorio destacando el logro de mujeres cumanesas en pro de la comunidad. En este sentido, no se dudó en escoger a Zenaida Varela por sus múltiples y benéficas actividades. La profesora Lista también señaló que nuestra homenajeada puede ser considerada como “madre que parió espacios  para fundar a Cumaná”, a partir de una vocación docente desde el Alma. Toda su vida la dedicó a la familia  y a proyectar a Cumaná como espacio de grandes héroes y poetas.

El conversatorio se inició con la exposición del Dr. Badaracco y que se transcribe a continuación:

I. BIOGRAFÍA DE ZENAIDA 
Dr. Ramón Badaracco
Foto: Profa. Mariangela Malavé
El Doctor Tulio Badaracco, ex alumno y amigo de Zenaida Varela inició su disertación con estas palabras: “[…] Ahora se trata de la vida y de la obra de Zenaida Varela, gran amiga, una verdadera heroína al estilo de la madre Teresa de Calcuta, pero no dedicada a una sola empresa, sino que lo quería hacer todo; y no le alcanzó la vida para su empeño”.

“Zenaida fue la hija menor del matrimonio entre Don Rafael Varela Rodríguez y Doña Carmen Mago, ambos de la progenie de los grandes maestros Silverio González, Silverio González Varela y Don Benigno Rodríguez Bruzual, que conjuntamente con el Dr. Domingo Badaracco, fueron los ductores responsables de la generación de oro de Cumaná.

Zenaida fue la menor de tres hermanos de ese matrimonio: el mayor Alejandro, brillante abogado, polémico, un verdadero guerrero de la honestidad de la profesión, todo un maestro[...]; su otro hermano, Leopoldo, formidable e inolvidable Director del histórico colegio Silverio Córdoba, maestro como Zenaida, riguroso en extremo, ante una generación revoltosa y agresiva a la cual tuvo que disciplinar, y lo logró.

Zenaida fue bautizada, como se acostumbraba en aquellos tiempos, como Carmen Teresa Luisa Beltrana Zenaida, así lo hacíamos casi todas las familias de origen hispano. En mi caso a nuestra primogénita nacida en Madrid –España-, la presentamos ante el consulado de Venezuela, como Diana María Isabel Clara Eugenia, los nombres de su mamá y sus abuelas. Ahora no se debe hacer eso porque tantos nombres no caben en la cédula de identidad.

Zenaida y yo fuimos buenos camaradas, que estábamos juntos en todas las cosas de nuestro pueblo, sin mayores pretensiones. Nunca fuimos empleados públicos, yo solo era un abogado en ejercicio que fui conocido como “Abogado de los pobres”; y ella una maestra que solo tenía amor en su corazón y poco pan para repartir. Pero en sus manos se operaba el milagro de Dios: al repartir sobraban los peces y los panes.

Imagen tomada de: http://cronologiadevenezuela.blogspot.com/
2013/08/terremoto-destruye-cumana.html
Muchas cosas nos unieron en esa lucha que tuvo tantas coincidencias. Nuestra amistad venía de lejos. Mi padre Marco Tulio Badaracco, vecino de la familia de Zenaida contaba que, cuando sucedió el terrible terremoto del 17 de enero de 1929, a eso de las 7,34 am., tanto mi familia como la de los Varela Rodríguez, que habitaban en la calle Páez, detrás de la iglesia y sus casas sufrieron los rigores del temblor, esa callejuela que se hizo famosa por las carpas que se instalaron y a donde todo mundo concurría, y se hicieron notables las tertulias y las anécdotas; la calle “Páez” que pasa por detrás de la Catedral, donde todas las casas se derrumbaron y sus moradores vivieron momentos de terrible angustia; sucedió que, mientras mi padre paseaba a mi hermana Tulia María, que aún no había cumplido los dos años, jugueteaba con Zenaidita, de nueve años, y corriendo y jugando estaban cuando se produjo el terrible impacto del terremoto. Papá como pudo cargó a Tulia María que aterrorizada se aferraba en sus brazos, mi padre corrió hacia su casa, mientras Zenaida, derrochando coraje, como es ella siempre, también corrió hacia su casa derrumbada; mi padre trató de impedírselo, pero no pudo: Zenaidita se soltó y entró, entre los escombros para ayudar a su familia, que milagrosamente salvaron sus vidas.
De Zenaida tenemos muchas historias como ésta, que muestra su arrojo, su amor desbordado, exponiéndolo todo como llevada por el mismo Dios. Ella no tuvo tiempo para enamorarse, se conservó virgen, y decía que ella era la esposa de todos los alumnos del Liceo”.

LA EDUCADORA
Zenaida Varela se destacó en diferentes actividades. El Doctor Badaracco se refirió, en primer lugar, a su labor docente:
Profesora Zenaida Varela
Foto: Cortesía de Larissa Varela
“Zenaida, la maestra de Historia, porque amaba a Cumaná, y en la materia de Historia, fue autodidacta. Ella no estudió en el Pedagógico de Caracas, como Lourdes Figueroa, su compañera de trabajo. Ella todo lo que sabía de historia lo aprendió en Cumaná, en sus estudios de primaria y secundaria, y más aún, en la biblioteca de sus padres y abuelos: aquella biblioteca de sus abuelos, los libros que amaba, atesoraba y sabía casi de memoria, sobre todo los antiguos periódicos de Cumaná, entre ellos los de mi padre el Disco y el Sucre, Boches de Flores, los periódicos de Silverio González: La Diana y El Cumanés; La Constitución, de Federico Madriz, El Renacimiento de Juan José Acuña, Los Trabajos del padre José Antonio Ramos Martínez, Francisco Javier Yánez, el Consectario de la Ciudad de Cumaná de Antonio Patricio de Alcalá y Pedro Elías Marcano, Historia de las indias de Bartolomé de Las Casas; Las Décadas de Anglería, Antonio de Caulin, y pare usted de contar, que son tantos que llenaría esta plana y no hablaría de otras cosas.

Ese era su arsenal bibliotecario, y de allí emanaba su sabiduría en la Historia de Cumaná, que la llevó luego a estudiar también la Historia de Venezuela de José Gil Fortoul, Level de Goda, Baralt, y cuanto libro cayó en sus manos, y digo estos nombres porque eran los que ella recomendaba.
Y de toda esa sabiduría, porque sabía más que nadie, también la conocía su maestro y guía, el Br. Luis Beltrán Sanabria, Director del Liceo Antonio José de Sucre de Cumaná, el que, después de saber la muerte del padre de Zenaida, decidió ayudarla pensando que ella quedó huérfana y desprotegida, y A LA EDAD DE 19 AÑOS, fue llamada por su amado maestro, para representar e impartir las lecciones de historia de Venezuela y del Mundo, como profesora titular de la Cátedra de Historia; y desde ese momento expandió sus alas ese ángel tutelar del pueblo de Cumaná.
Zenaida fue mi maestra de Historia en tercer año de bachillerato, en 1947 a 1948. ¡Qué bella maestra de sonrisa dulce y virginal!, ¡Quien no amó a Zenaida!, ¡Quien no la tomó como modelo de inspiración!”
Señaló  Don Marco Tulio Badaracco que en su Blog:cronistadecumana.blogspot.com, hay fotos de Zenaida bailando con él y también tiene un conjunto de poemas, de los cuales hay uno dedicado a Zenaida:
Bella la maestra con sus
palabras de amor.
Nos enseña cada día
 cada hora, en todas partes:
Nosotros sus alumnos
 devotos la escuchamos,
Veneramos su sabia elocuencia,
 su intención.
Cada consejo de ella
 es como un evangelio de Juan.
Nosotros somos como Jesús
niño perdido en el templo;
Nuestro espíritu se eleva, 
se enriquece con su ejemplo.
Somos árboles sembrados
en el suelo fértil de Canaán.
Dulce maestra de divino acento,
de inmaculada presencia:
¿Eres acaso un ángel del Señor
 enviado para alumbrarnos
Cuando en camino largo
se agoten nuestras pocas fuerzas?
Sabemos que el mismo Dios
 es la palabra, que en tus labios
Se convierte en el pan eterno,
inagotable de la sabiduría.
Llena nuestros corazones, con tu fe. 
Danos siempre de tu pan.


SOCIEDAD BOLIVARIANA

Otro aspecto por resaltar entre las actividades de Zenaida Varela fue su participación en la Sociedad Bolivariana. El testimonio de nuestro cronista Ramón Badaracco es elocuente:
“Debo recordarles que en ese tiempo yo era candidato a la presidencia del Liceo por el movimiento socialcristiano (AJI) que ya se proyectaba en la lucha política”.
Comentó nuestro cronista que en su poemario Formas, publicado en 1997 aparece una fotografía –la única que aparece en el libro- de Wilfredo Grau, “hermosa y pintoresca” de Zenaida bailando con él, en el evento que se realizó en Cumaná en 1995, el gran Congreso de la Sociedad Bolivariana de Venezuela. Agregó el autor:
“Las damas de la Sociedad Bolivariana de Cumaná lo aportaron todo, mi hija Diana María con Teresita Lucero, se encargaron de las comidas y bebidas; la historia de este evento es para escribir una obra completa y, faltarían páginas para contar las proezas de cada una de las damas y de muchos dirigentes, que tambien los hubo, pero ese material será para otra oportunidad.
Sin embargo, tengo que agregar que las delegaciones de toda Venezuela, estuvieron tan satisfechos de todos los eventos que se les ofreció, que hombres sabios como don Mario Torrealba Lossi, Vinicio Romero, José Antonio Escalona Escalona, etc. me invitaron a acompañarlos en la directiva Nacional de la Sociedad Bolivariana, como primer Vicepresidente, en las planchas de candidatos para las elecciones de ese año, y las ganamos, y posteriormente, estando el Coronel Castillo Máchez, de Presidente, fui honrado en dos oportunidades, cuando fui seleccionado para pronunciar los discursos más importantes de la Sociedad Bolivariana, el del 19 de abril y el del 17 de diciembre, en la sede de la Sociedad Bolivariana de Venezuela en Caracas, y también fui condecorado con la Orden del Libertador en el grado de Comendador.
[…] Otra de sus hazañas en este pueblo milagroso es la resurrección de la Sociedad Bolivariana de Cumaná. Zenaida recibió de Monseñor Parra León, la Presidencia de dicha Sociedad, que estaba prácticamente arruinada; ella logró el milagro, la puso a andar: “Surge et ambula”: llamó a personas como el Dr. Martínez Navas, Dr. Julio Fuentes Serrano, Dr. José Mercedes Gómez, Dr. Rafael José Gómez, Señor Jesús Berrizbeitia Madriz, Dr. Julio Mario Fernández, etc., etc. y también me llamó a mí, después, cuando decidió colgar los guantes en dicha sociedad, y renunció a su investidura, y para que estuviera a su lado. Me dijo:
“Ramón tu padre fue el primer Presidente de esta venerable institución, yo no puedo seguir al frente, ya tengo dos periodos y no quiero eternizarme en ese cargo; tú tienes que continuar esta historia, no puedes fallarle a Cumaná, es un compromiso histórico, y lamento decirte que tienes que hacerlo todo ad honorem”.
Y así fue, que, en 1979, sustituí al Dr. Martínez Navas, en la Presidencia, y me encargué de la Sociedad Bolivariana,  […] estuve al frente de ella por 20 años, y fui llamado a Caracas y participé con Líderes como Mario Torralba Lossi, con quien compartí el gobierno en calidad de Primer Vicepresidente, y sigo siendo miembro de la directiva nacional, en calidad de Consejero, y recientemente me han llamado para reorganizarla. Ahora soy Presidente Honorario en Cumaná.  Me unió un lazo de afecto, con el anciano maestro Don Adolfo Romero Luengo, padre de Vinicio Romero y su gratísima esposa Carmen, formidable líder recientemente fallecida. Don Adolfo me regaló un libro inédito: La Exaltación del Mariscal en la palabra musical de Yepes Trujillo: libro lleno de amor y poesía, que conservo como un relicario[…]

CRÓNICA DE LO COTIDIANO

“ZENAIDA VARELA: VOCACIÓN DOCENTE Y COMPROMISO SOCIAL”
(Continuación)


Realizado por:
Equipo de Investigación del Centro de Estudios Caribeños de la UDO - SUCRE:
Dra. Norys Alfonzo, Lcda. Eleusis Bonillo, Mg. María C. Caraballo, Dra. Magaly Guerrero,
MSc. Carolina Lista, Dra. Mariela Longart, MSc. Mariangela  Malavé
Diseño y montaje: Marlene Soto


ZENAIDA Y EL LICEO SUCRE

Dr. Ramón Badaracco
Foto: profa. Mariangela Malavé
“Yo podría hablar interminablemente de lo significó Zenaida, para el Liceo Antonio José de Sucre, donde se inició nuestra amistad; ella fue llamada ESPOSA DEL LICEO, dada su dedicación, su amor por sus alumnos y por todo lo que se movía dentro de ese instituto sagrado, heredero de tantos siglos de enseñanza; porque el Liceo representa en línea directa, la historia de la educación en Cumaná desde 1515, cuando fray Pedro de Córdoba, fundó la primera escuela en la tierra firme americana”.

PASIÓN POR LA HISTORIA

El Doctor Badaracco se refirió desde el comienzo de su exposición al gran amor y pasión que tuvo Zenaida Varela por el conocimiento de la Historia de Venezuela. A esto se agrega la influencia en sus alumnos para valorar la historia e, inclusive, logró que algunos alumnos se hiciesen historiadores, entre ellos el Doctor Badaracco. Veamos su testimonio:
Imagen tomada de: http://ufdcimages.uflib.ufl.edu/
“Ella fue la maestra que determinó mi pasión por la Historia de Cumaná, que ya era terreno abonado, porque en mi casa se respiraba por todas partes esa pasión, desarrollada por mi padre en el periodismo; y por mi tío Domingo, que era polígrafo y tenía a nuestra casa llena de libros de infolios de documentos de la historia. Domingo era Registrador Principal, Presidente del Concejo Municipal y maestro de gramática y literatura del Colegio Nacional, todo eso ad honoren, por más de 30 años, con él estudiaron y aprendieron todos los grandes escritores de Cumaná de la generación de oro. Lo que yo sé de historia viene de los periódicos de mi padre, cuya colección atesoro y he conservado, y que es algo como mi biblia, donde rezo y escribo todos los días”.
 
ACTIVIDADES EXTRA-CÁTEDRA

No escapó a Zenaida Varela el conocimiento de las actividades extra-cátedra en el Liceo. El Doctor Badaracco recuerda:
“A Zenaida, le debo por su constancia, su interés, el haber creado el Periódico Mural Doctrina, en el tercer año de bachillerato, para el cual, más ella que yo, formamos un grupo trascendente, donde publicaron líderes como Carmelo Laborí, Pedro Rafael Hernández, Rubén Millán, Noelia Salazar, Rafael Abreu, Anducho Días (sic), Luis Vicente Aponte, Delfín Malaret, Carmen Eloína Rodríguez, y otros destacados alumnos. Por cierto, el primer artículo que se publicó en 1950, sobre la futura Universidad de Oriente, lleva mi firma, y fue recogido en el semanario Renacimiento, de Juan José Acuña, y pasó a la Historia de la UDO, porque que el Dr. Pablo Ramirez, Cronista Oficial de la UDO, lo descubrió, lo recogió y aparece en la Cronología de UDO, que el mismo Pablo publicó”.

EN LA EDUCACIÓN PRIVADA

COLEGIO PRIVADO SANTA INÉS
Imagen tomada de:https://www.facebook.com/groups
“Zenaida también se dedicó con fervor a la educación privada y por esa vía, fue la fundadora del instituto privado “Santa Inés” en el año 1952, llevando el prestigio de ese instituto, a ser considerado como el más idóneo para la educación en Cumaná, por sus maestros, la sobria disciplina y la metodología empleada. En ese instituto trabajó Zenaida al lado del bachiller Rafael Castro Machado. Se unieron dos formidables baluartes de la cultura de este pueblo extraordinario, que ha sido premiado dos veces por la Academia de la Lengua Española, único pueblo de habla hispana que se impone dos veces en es venerada institución, Andrés Eloy  Blanco y Luis Beltrán Mago, por eso, y porque muchos otros poetas cumaneses acaparan los premios de cuantos torneos maravillosos abren en Hispanoamérica, a los cuales asistimos, por ejemplo nuestro poeta Nelson Guzmán, el año pasado ganó el premio de poesía de Caracas, y así sucesivamente; y yo mismo fui honrado nombrado Jurado para seleccionar el premio nacional de Humanidades, especialidad literatura.

Volviendo al Bachiller Castro Machado y su relación, como comunista, con Zenaida debemos decir de este líder acético comunista, que sufrió persecuciones, cárcel y trato injusto por sus ideas, que sus amigos recordamos sus acciones heroicas al lado e Pedro Elías Aristeguieta en agosto de 1929, y al lado del general Ducharne, al que acompañó tanto en sus victorias como en sus derrotas, como lo contaba ese valiente revolucionario Juanchin Castro, al cual salvé de una muerte segura en manos la Gestapo adeca, que lo tenía acorralado en la casa de Magdalena Losada. […]”

LA CASA NATAL DE ANDRÉS ELOY BLANCO

La participación de la profesora Zenaida Varela en la vida cultural de Cumaná está profundamente enlazada con la preservación patrimonial de la Casa Natal de nuestro poeta Andrés Eloy Blanco y del recuerdo de su vida y obra. Al respecto el Doctor Badaracco expresó:
Imagen tomada de: http://turismosucre.com.ve/
cumana/casaandreseloyblanco

“Otra actividad que hiere el sentimiento de nuestro pueblo, es la recuperación y reconstrucción de la Casa del poeta de Venezuela. Andrés Eloy Blanco, este es un capítulo importante de su apasionada vida; fue sin duda éste del rescate de la casa donde nació y pasó parte de su infancia el más grande de los poetas de Venezuela; y lo digo así, porque Ramos Sucre no fue un poeta, fue un genio. Pero, Andrés Eloy es el verdadero cantor, el que nos dejó, no poesías sino oraciones, que hemos aprendido a rezar con ellas, el sentimiento más bello, sublime y profundo de nuestro pueblo, en la sencillez de las imágenes; nadie podrá escribir otro Angelitos Negros, el Nazareno de San Pablo, La vaca blanca, la Hilandera, Silencio, Florinda, etc., etc.
Solo aquellos que estuvimos a su lado, podemos evaluar los sacrificios y el amor que puso Zenaida en todo el desarrollo del proyecto: las diligencias, alegrías, engaños, desengaños y las mortificaciones que sufrió, para lograr el rescate de ese nido pequeño, humilde, como el pesebre en el que nació el Glorificado, el Señor de los cielos y la tierra; pero su empeño en tamaña empresa, se vio recompensada al aglutinar y organizar esfuerzos, que vinieron de todas partes; entones no solo consiguió el dinero para comprar la vieja casa, sino que tambien obtuvo los fondos necesarios para restaurarla, y luego, consiguió los muebles, con la misma familia del excelso poeta; y no descansó hasta verla totalmente restaurada y puesta en servicio para la cultura, como hasta hoy. Mi hija Diana Maria, me cuenta que ella estudiaba el primer año en el Liceo y Zenaida la llamó, para que formara un grupo de alumnos, para trabajar en la difusión de la poesía de Andrés Eloy por el mundo. A mi hija le encantó la idea y de inmediato organizó en su aula, un grupo de voluntarios, entre los cuales se destacaba el poeta José Malavé. Este grupo se reunía y escribían cartas para el mundo entero, difundiendo la poesía de Andrés Eloy”. 

HOMENAJE A ANDRÉS ELOY BLANCO
Cómo no recordar a Zenaida Varela años después de la restauración y fundación de la Casa Natal de Andrés Eloy Blanco al ofrecérsele homenajes al poeta. Continuó nuestro ponente recordando memorables acontecimientos de la vida cultural de Cumaná:
“¡Bendita seas Zenaida que nos diste ese espacio, tan humilde y bueno para recitar!. Yo le di un glorioso día en ella, cuando siendo Presidente de la Comisión nombrada por el Dr. Ramón Martínez Abdenour, en 1997, para la Celebración del Centenario del Natalicio del poeta: traje de todas partes de Venezuela 30 poetas laureados para glorificarlo. ¡Qué días aquellos amigos!... Había que escuchar a José Antonio Escalona Escalona, Luis Beltrán Mago, Caupolicán Ovalles, Elena Vera, Ramón Palomares, Santos López “El Bacalao”, Nelson Guzmán, Julio Fuentes Serrano, Benito Raúl Losada, Karl Krispin Ramos, María Luisa Lázaro, Josefina Urbáez de Flores, Doris Poreda, Silene Sanabria, Juvenal Ravelo, Ramón Ordaz, Fortunato Malán, Asdrúbal Duarte, Pedro Bastardo, Ramón Delgado Valderrama, Celso Medina, Jesús Torres Rivero, Burgos, Carlos Gottberg, Mireya Castillo de Krispin, etc., etc., y el maestro Jimmy Maguida, que nos presentó “El Canto a España”, en una escenificación, titulada “Entre Azules y Neblinas”, con música de todo el continente. Fue verdaderamente magistral […] y es que Jimmy es un verdadero genio de la música.
Zenaida murió el 27 de enero de 1989, no pudo estar conmigo en 1997 en la Comisión para la celebración de los cien años del natalicio del gran poeta de Venezuela. Estoy seguro que con ella hubiésemos hecho el doble de las cosas que hicimos. Esta Comisión duró 20 meses, creo que ninguna otra Comisión en Venezuela, ha durado tanto, de tal suerte que se convirtió en un verdadero apéndice cultural del gobierno del Estado”. 
EL COMPROMISO SOCIAL
LA SOCIEDAD ANTITUBERCULOSA

Como se ha venido enfatizando, la Profesora Zenaida Varela no sólo fue profesora de Historia y animadora cultural. Otra faceta de su actuación fuera de las aulas fue su sensibilidad y compromiso social, ejemplos dignos de admirar y emular. También hay mucho qué decir al respecto. Oigamos al Doctor Badaracco:

“Zenaida continuó incansablemente como la Madre Teresa de Calcuta, haciendo su trabajo social ininterrumpidamente hasta su muerte. Ella fundó la sociedad antituberculosa “Julio Rodríguez”, que es una fundación que se encarga de ayudar a los pacientes de ese mal, que es endémico en Cumanacoa, donde se le conoce con el nombre de “cumanacoitis”.
Celebración del Día del Médico
Foto: Larissa Varela
Se involucró de tal forma con el Hospital de Cumaná, al cual visitaba diariamente, para conocer de cerca los rumores que corrían por la ciudad, sobre los robos de las medicinas y equipos, imprescindibles para el éxito en la lucha contra las enfermedades y la asistencia de los enfermos y heridos, que tanto la mortificaban. Rumores que le llegaban a cada momento a la Dirección de su escuela.
Zenaida se puso su traje de campaña*, se fue al Hospital, se dio cuenta del desastre que reinaba impunemente, convocó a la Dirección y a los médicos; todos obedecieron, fue informada de cuanto ocurría; y lo que habían tratado de hacer. Todo, minuciosamente, con pruebas en la mano, se denunciaba a las sordas autoridades, que muchos médicos, obreros, policías y enfermeras, se aprovechaban del desorden, para robar y no se podía hacer nada contra ellos.
El Dr. Héctor Figuera, contaba que trajo de Francia un equipo que donó al Hospital, y desapareció, entonces él indagó y lo encontró en una clínica privada; se armó de valor y logró recuperar el equipo, que según se lo habían prestado a dicho consultorio privado. Héctor Figuera es un médico muy avanzado en organización técnica y científica de Clínicas, tanto que fue contratado para organizar nada menos que el Hospital Clínico de Caracas, uno de los mejores del mundo, y el más importante del País. […]

COMITÉ DE LAS DAMAS AZULES
“Zenaida, entonces sí pudo hacer algo, se reunió muchas veces con los directores y tomó medidas. Ya sabía que los Directores hacían las denuncias y las autoridades se contentaban con continuar enviado recursos, que en seguida desaparecían, se perdían, y nunca quedaba nada de lo que se recibía y ella lo constataba. A nadie le importaba ni preocupaba esta situación, que parecía irremediable, pero ella decidió intervenir, y poner orden en aquella colmena en manos de la iniquidad, entonces fundó el comité de las Damas Azules, y se puso al frente de un ejército de mujeres, sobre todo enfermeras, que por cierto aún atiende a los pacientes y a sus familiares en el hospital Antonio Patricio Alcalá de Cumaná
Dr. Arquímedes Fuentes (Gob. Edo. Sucre)
Imposición de Botones. Aniversario de Cumaná, 1967
Foto: Larissa Varela
Esta organización consiguió, después de luchar incansablemente, disminuir el robo, recuperar la cocina, la farmacia, el comedor, y, sobre todo, lograr la aspiración mayor de los médicos Arroyo y Mata Estaba, la Bomba de Cobalto, que lleva su nombre, “Zenaida Varela”, para el tratamiento de pacientes con cáncer. Pasaríamos todo el día hablando de los logros de esa mujer formidable, que abrió paso en tantos dramas y necesidades de esta ciudad maravillosa, que estaba siempre donde la necesitaban, que sabía organizar y lideraba todos los esfuerzos para cada caso y de la cual todos nos quejamos, pero que amamos y por tanto amor que le tenemos queremos que ella cada día sea un mejor lugar para vivir”.
Concluyó nuestro invitado con estas emocionadas palabras:
“Zenaida murió el 27 enero de 1989, en la paz del señor. Recibió los sacramentos de manos del padre Manuel, párroco de la Catedral, que la atendió espiritualmente y la llevó de la mano a la presencia del Altísimo. Ella siempre amó a Cristo Redentor, verdadero revolucionario, mártir del pueblo como ella, pueblo que la llevó en romería hasta el cementerio de Cumaná, donde comparte el sueño eterno de los justos, con los más grandes espíritus, los Sarrase, Santos Llares que nos protegen y guían; y sale de él tanta luz que nos ciega. Ella iluminará nuestros desvelos, por esta ciudad primogénita de América, por donde entró la palabra de Dios por vez primera en Tierra Firme, para iluminar los caminos de los que vamos unidos. ¡Que viva Zenaida, que viva el pueblo de Cumaná!”


*Se refiere a su uniforme de la Sociedad de las “Damas Azules”.

CRÓNICA DE LO COTIDIANO

 "ZENAIDA VARELA: VOCACIÓN DOCENTE Y COMPROMISO SOCIAL"
(Continuación)


Realizado por:
Equipo de Investigación del Centro de Estudios Caribeños de la UDO - SUCRE:
Dra. Norys Alfonzo, Lcda. Eleusis Bonillo, Mg. María C. Caraballo, Dra. Magaly Guerrero,
MSc. Carolina Lista, Dra. Mariela Longart, MSc. Mariangela  Malavé
Diseño y montaje: Marlene Soto


 II.   VISIÓN ÍNTIMA SOBRE ZENAIDA VARELA

La segunda exposición correspondió a la profesora Larissa Varela, sobrina de Zenaida Varela y presentó esta semblanza íntima sobre nuestra homenajeada.

En primer lugar, la profesora Larissa destacó que aunque su tía no se casó, ella crió y educó a su hermano, el padre de Larissa, al fallecer la madre a los 17 días de nacido. Con el tiempo, el padre de Larissa se residenció en Caracas y luego retornaron a Cumaná, a vivir con Zenaida. Larissa tenía 10 años. Así que la tía también ayudó a criar a sus tres sobrinos.
  
Dr. Ramón Badaracco y Profesora Larissa Varela
Foto: Profa. Mariangela Malavé
Resultó una gran experiencia convivir con la tía Zenaida, por su sentido de responsabilidad y disciplina, lo que fue un gran ejemplo para sus sobrinos. Como hecho anecdótico se destacó la elegancia de la tía Zenaida, quien nunca descuidó su presentación personal: “Desde la 5 de la mañana mi tía estaba de punta en blanco, entaconada. Su cabello blanco bien cuidado, con reflejos violeta”.
Para sus sobrinos fue un reto llevar el “peso de su nombre”, el de la tía, porque esto supuso el compromiso de “ser excelentes en todo”, como su tía. Zenaida era muy estricta en los estudios y le exigía a sus alumnos la excelencia académica y les imponía un sistema o régimen de estudios. Zenaida fue una verdadera escuela de valores y buenos hábitos que transmitió no sólo a sus sobrinos, sino también a sus alumnos.
La profesora Larissa Varela también destacó que su tía Zenaida decía que la Sociedad estaba dejando de lado las cosas importantes de la vida como la Amistad y la Solidaridad. Entre los gratos recuerdos de amistad y del compartir con los amigos destacó la celebración de las Navidades. Cada 24 y 31 de diciembre cerraban la calle donde vivía Zenaida con su familia, cerca del Parque Páez, detrás de la Catedral. Ponían las mesas en la calle y compartían con los amigos y vecinos.
Sus sobrinos y algunos alumnos acompañaban a Zenaida a todos los lugares que ella visitaba en labor social: al hospital, para la unidad de Cuidados Intensivos, como se ha dicho gracias a la gestión de Zenaida Varela se logró traer a Cumaná la Bomba de Cobalto, indispensable en los años sesenta-setenta, para el tratamiento del cáncer. De allí que le se haya asignado el nombre de Zenaida Varela a esa unidad médica.
La profesora Larissa también destacó que otros lugares de Cumaná llevan el nombre de su tía debido al empeño que Zenaida Varela puso en el logro de los mismos como regalo a la ciudad de Cumaná: la Biblioteca del Liceo Sucre y la Fundación de las Válvulas Hidrocefálicas. Su labor social se hizo extensiva al beneficio de la Cruz Roja y el tratamiento de la tuberculosis.
Otras creaciones de Zenaida Varela: el colegio privado “Santa Inés”, que ha brindado sus servicios educativos a la familia cumanesa por más de cincuenta años, hasta el presente.
También la fundación de La Casa Natal de Andrés Eloy Blanco. Zenaida viajaba a Caracas para buscar recursos para la Casa Natal de nuestro poeta: compra, restauración y fundación de un centro cultural que se ha consolidado hasta el tiempo presente.
Zenaida Varela fue una mujer muy querida, no sólo por sus familiares y amigos, sino por la comunidad cumanesa. Dejó un gran vacío para Cumaná y su familia cuando murió a la edad de 68 años.

PARTICIPACIÓN DEL PÚBLICO:
Público Asistente
Foto: Profa. Mariangela Malavé
Al finalizar las exposiciones de los ponentes intervino el público, como se acostumbra en los conversatorios. Surgieron interesantes y hermosas anécdotas de algunos ex_alumnos de Zenaida Varela que estaban entre el público asistente:
  • Zenaida Varela irradiaba disciplina y elegancia con su traje de flores y sus tacones. Se la recuerda por su carácter fuerte, recio que inspiraba respeto.
  •  Zenaida tuvo algunos alumnos beligerantes. No obstante, no transigía la pereza de algún alumno que se valía de su condición constestataria para no estudiar y alguna vez dejó a un alumno de esas características (flojo y peleón): “Yo te voy a demostrar que no vas aprobar el curso aunque te vistas de cura”. Zenaida arengaba a sus estudiantes.
  •  Zenaida no sólo enseñaba Historia en su cátedra, también enseñó Cultura general a los muchachos y se involucró en sus actividades. Por ejemplo, si detectaba alumnos de la coral del liceo Sucre con buena voz, los llevaba a Radio Sucre para que participaran en el programa de cantantes.
  •  Zenaida logró espacios del liceo Sucre: La Cantina, el Centro de Estudiantes y la Biblioteca.
  •  Zenaida fundó la Asociación de las Damas Azules, con su uniforme azul turquesa, un Voluntariado Femenino para realizar labor social en el Hospital Patricio de Alcalá. Las Damas Azules – como se les decía- elaboraban las canastillas para los recién nacidos, y todo ese vestuario de los bebés se colocaba en poncheras de color rosa o de color azul, según el sexo del niño.
  •  Zenaida militó en el Partido Comunista de Venezuela y llegó a ser Concejal. Eligió al P.C.V. porque los valores del Partido le permitían ayudar al pueblo.
  • Público Asistente
    Foto: Profa. Mariangela Malavé
  •  Finalmente la profesora  Carmen Barreto (UDO) aportó el testimonio de la maestra Ducirla, ex – alumna de Zenaida; un fragmento testimonial extraído de su Tesis Doctoral:  Mujeres y Docencia. Una mirada desde la Historia de Vida contada por sus Protagonistas. (2011),  y que transcribimos a continuación:
"Zenaida Varela Mago, ella era profesora de Historia; pero ella me dio a mí, Hogar. Era manualidades. Allí aprendí yo mucho a  bordar. Yo sabía ya bordar porque eso se lo enseñaban a uno desde la primaria, obligatorio. Ella me enseñó por ejemplo a hacer una canastilla. Eso no se me olvidó nunca. ¡Si tú vieras las canastillas que yo hago; todo lo saqué de ella!. Ella era una profesora de manualidades extraordinaria. Incluso como mi mamá era costurera, hubo una vez que yo llevé una batica tan bella, bordada y ella me dijo: eso te lo hizo tu mamá, me lo vas a volver a hacer. Ay profesora, le dije, eso lo hice yo; pero no importa. Íbamos a dar una canastilla, era diciembre, y yo me puse en la noche; rapidito hice aquella batica. ¿Zuleima y eso lo hiciste tú? Me preguntó. Entonces ella de allí me empezó a tomar más en cuenta, para esta aptitud nueva que yo tenía.
Comenzaba en el Liceo la estudiantina, la coral; de la cual la profesora Zenaida Varela era la directora. Después vino el profesor que le decían El Gato Sequera. El profesor Sequera vino posteriormente a complementar eso. La profesora Zenaida tenía un grupo de muchachas y muchachos para todos los actos del  año  escolar en el Liceo. Nosotros interveníamos en teatro, en danza, en todo; y yo era una de sus artistas en canto. A mí me encantaba cantar. Ella tenía una hora que tomaba en la Radio Sucre. Había como una promoción de cantantes en la Radio Sucre y ella llevaba algunas alumnas del Liceo; entre esas alumnas estaba yo. Yo fui muchas veces por el Liceo. En diciembre, ya no eran gaitas eran aguinaldos; ella tenía su grupo, su conjunto de aguinaldos que íbamos a la iglesia. Eso era durante todo el tiempo de las misas de aguinaldo. Donde Ud. viviera, tenía que venir; porque era obligatorio asistir. Entonces ella fue como creando un muchacho con una cultura general, completa. Ella nos ponía a leer. Conversábamos de aquellas lecturas. Yo me fui como integrando mucho a ella. Para mi Zenaida fue algo muy especial y creo que fue una de mis motivaciones. Yo creo que ella (Zenaida Varela) marcó mucho en mi vida; porque yo fui una profesora que me ocupé de todo en el liceo. En el vestir del muchacho, en el pararse, en el plantarse, en todo; en qué traes, que no traes, que vienes pintada, que ese traje no es, en el ruedo del uniforme, en todo. Me fijaba en todo, y ella era así".