“ZENAIDA VARELA: VOCACIÓN DOCENTE Y COMPROMISO SOCIAL”
Realizado por:
Equipo de Investigación del Centro de Estudios Caribeños de la UDO - SUCRE:
Equipo de Investigación del Centro de Estudios Caribeños de la UDO - SUCRE:
Dra. Norys Alfonzo, Lcda. Eleusis Bonillo, Mg. María C. Caraballo, Dra. Magaly Guerrero,
MSc. Carolina Lista, Dra. Mariela Longart, MSc. Mariangela Malavé
Diseño y montaje: Marlene Soto
El Centro de Estudios Caribeños de la
Universidad de Oriente, Núcleo de Sucre, celebra todos los años el Día
Internacional de la Mujer. Para ello honra a mujeres del Estado y del
Oriente del país, que se han destacado por sus valiosos aportes a las
comunidades en donde viven o han vivido. Este año 2017 el CEC-UDO ha
homenajeado a la inolvidable cumanesa Zenaida Varela, a través de las VII Jornadas
de Reflexión dedicadas a la Mujer, con el título de “Zenaida Varela: Vocación Docente y Compromiso Social”, que se
realizó el día 29 de marzo del año en curso.
Profa. Carolina Lista Foto: Profa. Mariangela Malavé |
La profesora Carolina Lista inició el conversatorio destacando el logro de mujeres cumanesas en pro de la comunidad. En este sentido, no se dudó en escoger a Zenaida Varela por sus múltiples y benéficas actividades. La profesora Lista también señaló que nuestra homenajeada puede ser considerada como “madre que parió espacios para fundar a Cumaná”, a partir de una vocación docente desde el Alma. Toda su vida la dedicó a la familia y a proyectar a Cumaná como espacio de grandes héroes y poetas.
El conversatorio se inició con la exposición del Dr. Badaracco y que se transcribe a continuación:
I. BIOGRAFÍA DE ZENAIDA
Dr. Ramón Badaracco Foto: Profa. Mariangela Malavé |
“Zenaida fue la hija menor del matrimonio entre
Don Rafael Varela Rodríguez y Doña Carmen Mago, ambos de la progenie de los
grandes maestros Silverio González, Silverio González Varela y Don Benigno
Rodríguez Bruzual, que conjuntamente con el Dr. Domingo Badaracco, fueron los
ductores responsables de la generación de oro de Cumaná.
Zenaida fue la menor de tres hermanos de ese matrimonio: el mayor Alejandro, brillante abogado, polémico, un verdadero guerrero de la honestidad de la profesión, todo un maestro[...]; su otro hermano, Leopoldo, formidable e inolvidable Director del histórico colegio Silverio Córdoba, maestro como Zenaida, riguroso en extremo, ante una generación revoltosa y agresiva a la cual tuvo que disciplinar, y lo logró.
Zenaida fue bautizada, como se acostumbraba en aquellos tiempos, como Carmen Teresa Luisa Beltrana Zenaida, así lo hacíamos casi todas las familias de origen hispano. En mi caso a nuestra primogénita nacida en Madrid –España-, la presentamos ante el consulado de Venezuela, como Diana María Isabel Clara Eugenia, los nombres de su mamá y sus abuelas. Ahora no se debe hacer eso porque tantos nombres no caben en la cédula de identidad.
Zenaida y yo fuimos buenos camaradas, que estábamos juntos en todas las cosas de nuestro pueblo, sin mayores pretensiones. Nunca fuimos empleados públicos, yo solo era un abogado en ejercicio que fui conocido como “Abogado de los pobres”; y ella una maestra que solo tenía amor en su corazón y poco pan para repartir. Pero en sus manos se operaba el milagro de Dios: al repartir sobraban los peces y los panes.
Zenaida fue la menor de tres hermanos de ese matrimonio: el mayor Alejandro, brillante abogado, polémico, un verdadero guerrero de la honestidad de la profesión, todo un maestro[...]; su otro hermano, Leopoldo, formidable e inolvidable Director del histórico colegio Silverio Córdoba, maestro como Zenaida, riguroso en extremo, ante una generación revoltosa y agresiva a la cual tuvo que disciplinar, y lo logró.
Zenaida fue bautizada, como se acostumbraba en aquellos tiempos, como Carmen Teresa Luisa Beltrana Zenaida, así lo hacíamos casi todas las familias de origen hispano. En mi caso a nuestra primogénita nacida en Madrid –España-, la presentamos ante el consulado de Venezuela, como Diana María Isabel Clara Eugenia, los nombres de su mamá y sus abuelas. Ahora no se debe hacer eso porque tantos nombres no caben en la cédula de identidad.
Zenaida y yo fuimos buenos camaradas, que estábamos juntos en todas las cosas de nuestro pueblo, sin mayores pretensiones. Nunca fuimos empleados públicos, yo solo era un abogado en ejercicio que fui conocido como “Abogado de los pobres”; y ella una maestra que solo tenía amor en su corazón y poco pan para repartir. Pero en sus manos se operaba el milagro de Dios: al repartir sobraban los peces y los panes.
Imagen tomada de: http://cronologiadevenezuela.blogspot.com/ 2013/08/terremoto-destruye-cumana.html |
De Zenaida tenemos muchas historias como ésta,
que muestra su arrojo, su amor desbordado, exponiéndolo todo como llevada por
el mismo Dios. Ella no tuvo tiempo para enamorarse, se conservó virgen, y decía
que ella era la esposa de todos los alumnos del Liceo”.
LA EDUCADORA
Zenaida Varela se destacó en diferentes actividades.
El Doctor Badaracco se refirió, en primer lugar, a su labor docente:
Profesora Zenaida Varela Foto: Cortesía de Larissa Varela |
Ese era su arsenal bibliotecario, y de allí
emanaba su sabiduría en la Historia de Cumaná, que la llevó luego a estudiar
también la Historia de Venezuela de
José Gil Fortoul, Level de Goda, Baralt, y cuanto libro cayó en sus manos, y
digo estos nombres porque eran los que ella recomendaba.
Y de toda esa sabiduría, porque sabía más que
nadie, también la conocía su maestro y guía, el Br. Luis Beltrán Sanabria, Director
del Liceo Antonio José de Sucre de Cumaná, el que, después de saber la muerte
del padre de Zenaida, decidió ayudarla pensando que ella quedó huérfana y
desprotegida, y A LA EDAD DE 19 AÑOS, fue llamada por su amado maestro, para
representar e impartir las lecciones de historia de Venezuela y del Mundo, como
profesora titular de la Cátedra de Historia; y desde ese momento expandió sus
alas ese ángel tutelar del pueblo de Cumaná.
Zenaida fue mi maestra de Historia en tercer
año de bachillerato, en 1947 a 1948. ¡Qué bella maestra de sonrisa dulce y
virginal!, ¡Quien no amó a Zenaida!, ¡Quien no la tomó como modelo de
inspiración!”
Señaló
Don Marco Tulio Badaracco que en su Blog:cronistadecumana.blogspot.com,
hay fotos de Zenaida bailando con él y también tiene un conjunto de poemas, de
los cuales hay uno dedicado a Zenaida:
Bella la maestra con sus
palabras de amor.
Nos enseña cada día
cada hora, en
todas partes:
Nosotros sus alumnos
devotos la
escuchamos,
Veneramos su sabia elocuencia,
su intención.
Cada consejo de ella
es como un
evangelio de Juan.
Nosotros somos como Jesús
niño perdido en el templo;
Nuestro espíritu se eleva,
se enriquece con su ejemplo.
Somos árboles sembrados
en el suelo fértil de Canaán.
Dulce maestra de divino acento,
de inmaculada presencia:
¿Eres acaso un ángel del Señor
enviado para
alumbrarnos
Cuando en camino largo
se agoten nuestras pocas fuerzas?
Sabemos que el mismo Dios
es la
palabra, que en tus labios
Se convierte en el pan eterno,
inagotable de la sabiduría.
Llena nuestros corazones, con tu fe.
Danos siempre de tu pan.
SOCIEDAD
BOLIVARIANA
Otro
aspecto por resaltar entre las actividades de Zenaida Varela fue su
participación en la Sociedad Bolivariana. El testimonio de nuestro cronista
Ramón Badaracco es elocuente:
“Debo recordarles que en ese tiempo yo era
candidato a la presidencia del Liceo por el movimiento socialcristiano (AJI)
que ya se proyectaba en la lucha política”.
Comentó nuestro cronista que en su poemario Formas, publicado en 1997 aparece una
fotografía –la única que aparece en el libro- de Wilfredo Grau, “hermosa y
pintoresca” de Zenaida bailando con él, en el evento que se realizó en Cumaná
en 1995, el gran Congreso de la Sociedad Bolivariana de Venezuela. Agregó el
autor:
“Las damas de la Sociedad Bolivariana de Cumaná
lo aportaron todo, mi hija Diana María con Teresita Lucero, se encargaron de
las comidas y bebidas; la historia de este evento es para escribir una obra
completa y, faltarían páginas para contar las proezas de cada una de las damas
y de muchos dirigentes, que tambien los hubo, pero ese material será para otra
oportunidad.
Sin embargo, tengo que agregar que las
delegaciones de toda Venezuela, estuvieron tan satisfechos de todos los eventos
que se les ofreció, que hombres sabios como don Mario Torrealba Lossi, Vinicio
Romero, José Antonio Escalona Escalona, etc. me invitaron a acompañarlos en la
directiva Nacional de la Sociedad Bolivariana, como primer Vicepresidente, en
las planchas de candidatos para las elecciones de ese año, y las ganamos, y
posteriormente, estando el Coronel Castillo Máchez, de Presidente, fui honrado
en dos oportunidades, cuando fui seleccionado para pronunciar los discursos más
importantes de la Sociedad Bolivariana, el del 19 de abril y el del 17 de diciembre,
en la sede de la Sociedad Bolivariana de Venezuela en Caracas, y también fui
condecorado con la Orden del Libertador en el grado de Comendador.
[…] Otra
de sus hazañas en este pueblo milagroso es la resurrección de la Sociedad
Bolivariana de Cumaná. Zenaida recibió de Monseñor Parra León, la Presidencia
de dicha Sociedad, que estaba prácticamente arruinada; ella logró el milagro,
la puso a andar: “Surge et ambula”: llamó a personas como el Dr. Martínez
Navas, Dr. Julio Fuentes Serrano, Dr. José Mercedes Gómez, Dr. Rafael José
Gómez, Señor Jesús Berrizbeitia Madriz, Dr. Julio Mario Fernández, etc., etc. y
también me llamó a mí, después, cuando decidió colgar los guantes en dicha
sociedad, y renunció a su investidura, y para que estuviera a su lado. Me dijo:
“Ramón
tu padre fue el primer Presidente de esta venerable institución, yo no puedo
seguir al frente, ya tengo dos periodos y no quiero eternizarme en ese cargo;
tú tienes que continuar esta historia, no puedes fallarle a Cumaná, es un
compromiso histórico, y lamento decirte que tienes que hacerlo todo ad honorem”.
Y así
fue, que, en 1979, sustituí al Dr. Martínez Navas, en la Presidencia, y me
encargué de la Sociedad Bolivariana, […]
estuve al frente de ella por 20 años, y fui llamado a Caracas y participé con
Líderes como Mario Torralba Lossi, con quien compartí el gobierno en calidad de
Primer Vicepresidente, y sigo siendo miembro de la directiva nacional, en
calidad de Consejero, y recientemente me han llamado para reorganizarla. Ahora
soy Presidente Honorario en Cumaná. Me
unió un lazo de afecto, con el anciano maestro Don Adolfo Romero Luengo, padre
de Vinicio Romero y su gratísima esposa Carmen, formidable líder recientemente
fallecida. Don Adolfo me regaló un libro inédito: La Exaltación del Mariscal en la palabra musical de Yepes Trujillo:
libro lleno de amor y poesía, que conservo como un relicario[…]
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