Análisis/Norys Alfonzo da aconocer la revelación poética de la forma como expresión mítico histórica de la isla
"Habría que volver sobre los pasos de Cubagua para rescatar su valor"
Por: Mayber Márquez Zambrano
Publicado en el Diario Región, el martes 03 de mayo de 2011
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La semana
pasada se llevó a cabo el V Coloquio del Centro de Estudios Caribeños de la
Universidad de Oriente con motivo de la celebración del Bicentenario de la
Independencia de Venezuela.
En el
encuentro que se extendió durante dos días especialistas de diversas áreas del
conocimiento, pusieron de manifiesto la importancia de esta isla para el
desarrollo histórico, económico y social del país pero sobre todo, quedaron de
manifiesto los retos que se plantean para mantener vigente la soberanía
nacional.
En el
ámbito literario, la profesora Norys Alfonzo, miembro activo del grupo de
Investigación del Caribe venezolano y premio nacional de poesía Fundarte 2004;
dentro del foro transdisciplinar, realizó una disertación sobre la “Revelación
poética de la forma como expresión mítico histórica de Cubagua”.
“En
principio, una mirada transdisciplinar sobre Cubagua, obedece precisamente a
una búsqueda desde diversas perspectivas o puntos de vista de cada una de las
disciplinas para abordar una realidad como es la de la Isla de Cubagua, desde
la mirada literaria, desde la sismología, porque además de la explotación
perlífera que representaría lo histórico; la isla también fue asolada por un
maremoto en su oportunidad, entonces, toda esas perspectivas o voces
disciplinarias que se vierten sobre Cubagua, buscan establecer un diálogo para
abocarnos a una realidad como es la isla que tiene según entendemos y tal como
lo recogió la representación de la Casa de la Diversidad Cultural; proyectos
turísticos a futuro para eseimportante espacio geográfico”, dijo.
Para
Alfonzo, es necesario rescatar y poner de manifiesto el valor que tiene
Cubagua.
“Habría
que volver sobre los pasos de Cubagua porque geográficamente conforma un parque
no sólo geológico sino también arqueológico, paleontológico y desde esas
miradas se debe abocar a ella en el presente como proyecto turístico, desde el
punto de vista de la producción de rubros como moluscos, que sirvan para
mejorar la calidad de vida de la gente, de los pescadores, incluso, de las
comunidades que hacen de alguna manera vida en Cubagua o cerca.
Al
cuestionarla sobre la revelación poética en la que basó su disertación, resaltó
que además del espacio geográfico, “Cubagua” es el nombre de una novela
importantísima en la narrativa venezolana del escritor Enrique Bernardo Núñez,
basada en la cual también se realizó una película, documentales e incluso, en
el Museo Marino también hay una maqueta de cómo pudo haber sido la Nueva Cádiz
de Cubagua en 1500.
“En esa
novela el tema que se maneja precisamente es la colonización, las perlas y unos
personajes que rondan el tiempo y que son atemporales porque van al futuro,
permanecen en el presente y crean un hilo atemporal, entonces hay mucho enigma
en torno a la historia de Cubagua, de manera que la parte literaria está
dedicada a esta novela Cubagua, su estructura, escritura, por eso pienso que la
forma cómo está escrita es poética porque aparecen muchas imágenes del mar, del
nácar entonces, hay un cromatismo (mucho colorido) en la novela, esa poesía
contribuye a la presentación de una forma narrativa especial de la novela.
La
historia tal como lo explicó la profesora está cargada de elementos reales e
imaginativos porque hay un planteamiento de dos épocas que se van
complementando una con la otra con personajes multiformes, es decir, se asumen
muchas caras o se plantean muchas formas.
Referencia
“Cubagua”,
Enrique Bernardo Núñez fue considerada la madre de la nueva narrativa
latinoamericana, esa que erróneamente se ha emblematizado con el llamado “boom”
y que le ha dado la vuelta al mundo. Así lo entendieron Uslar Pietri, Asturias
y Carpentier, en 1931, y los dos últimos (el primero menos) supieron
aprovecharla como modelo y como cantera, y a través de ellos llegó a García
Márquez, Vargas Llosa, Fuentes y Cortázar, y a todos los demás.
Cubagua
es una isla, hoy prácticamente deshabitada, pero que en los primeros días de la
conquista de América tuvo una gran importancia. Fue el primer punto en el que
los españoles se establecieron para explotar las riquezas naturales del Nuevo
Mundo. Históricamente, se hizo notar por vez primera en 1498, durante el tercer
viaje de Cristóbal Colón, cuando se produjo, según un término propuesto por el
filósofo mexicano Leopoldo Zea, el verdadero “topetazo” de las culturas
americanas y europeas. Eso fue en agosto de 1498 cuando Cristóbal Colón, luego
de vislumbrar Trinidad, percibió otra isla y recibió a bordo a unos amigables
nativos como regalo de bienvenida y sin sospechar lo que esa amabilidad les
costaría, unas magníficas perlas que abrieron la codicia de los navegantes.
Colón, llamó a la isla Margarita, perla en latín, supuestamente en honor a la
Infanta de las tierras españolas, pero en realidad era por la codicia, por las
riquezas que yacían bajo esas aguas claras y frescas. Cubagua, el vecino islote
desierto y prácticamente plano, fue el centro de esa explotación de perlas, que
se produjo hasta agotar los placeres y costó las vidas de miles de indígenas
que morían, literalmente, con los pulmones reventados.
Como en
la isla no había agua, debían traerla de la desembocadura de un río, que es el
hoy llamado Manzanares, lo cual generó la fundación de Cumaná, primera ciudad
española creada en el Continente. Fue así como la cultura española se topó, se
dio de narices, de verdad con la indígena y viceversa, con notables
consecuencias para ambas y hasta para el mundo entero. Una de esas
consecuencias fue, nada menos, que el verdadero nacimiento de la utopía. De
modo que Cubagua tiene una importancia histórica continental que pocos han
visto. Enrique Bernardo Núñez se encargaría de darle a la isla una importancia
literaria universal, que también pocos han notado hasta ahora.
En “Cubagua” se cuenta la peripecia del doctor Ramón Leiziaga, “graduado
en Harvard, al servicio del Ministerio de Fomento”, que descubre algo así como
los dobles de personajes contemporáneos, ubicados en el pasado remoto de
Cubagua. Esa duplicidad no se limita a los nombres, sino que parecería que son
las mismas personas ubicadas en dos momentos separados por el tiempo pero, a la
vez, unidos por el tiempo. Es un hábil truco emparentado con el nominalismo en
un juego especular: cada uno de ellos tiene el nombre del otro, pero le debe
faltar en parte la realidad del otro. En la novela se funden y se confunden los
planos temporales. La búsqueda y explotación de las perlas de ayer es la
búsqueda y explotación del petróleo de hoy. (Eduardo Casanova (2010, 28 de
abril) [en línea]. "Cubagua" de Enrique Bernardo Núñez. Recuperado el
02 de mayo de 2010 de Literanova:
http://www.literanova.net/blog6.php/cubagua-de-enrique-bernardo-nunez)
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