CURSO-TALLER:
IDENTIDAD Y POESÍA EN EL CARIBE FRANCOPARLANTE
(Continuación)
IDENTIDAD Y POESÍA EN EL CARIBE FRANCOPARLANTE
(Continuación)
Realizado por:
Equipo de Investigación del Centro de Estudios Caribeños de la UDO - SUCRE:
Diseño y montaje: Marlene Soto
Equipo de Investigación del Centro de Estudios Caribeños de la UDO - SUCRE:
Dra. Norys Alfonzo, Lcda. Eleusis Bonillo, Mg. María C. Caraballo, Dra. Magaly Guerrero,
MSc. Carolina Lista, Dra. Mariela Longart, MSc. Mariangela MalavéDiseño y montaje: Marlene Soto
V. ANTILLANIDAD
Imagen tomada de:https://abebooks.com |
Por su parte, el
autor Raphaël Confiant señala que la antillanidad consiste en la reafirmación
de la propia caribeñidad: ni africanos, ni negros. SE ES ANTILLANO. De esta
manera, Caribeñidad y Antillanidad van de la mano, son equivalentes y se
implican mutuamente.
Hay elementos
culturales que son como rutas hacia la
antillanidad y establecen relaciones complejas:
Relación con África
Relación con Europa
La condición de Insularidad, de por sí compleja
porque remite a la situación de nomadismo y de sedentarismo en las
vivencias de todo caribeño. Es una manera de defender la isla sin reducirla y
trata de convertir el espacio local en universal.
La Antillanidad busca superar algunos planteamientos
de la negritud, como lo demuestra René Depestre en su ensayo Buenos días y adiós a la negritud (1986),
en donde se impugna la Negritud. Es una visión más dialéctica, no racista, que
busca DESRACIALIZAR la cultura caribeña.
LA
POESÍA FRANCO-CARIBEÑA
Al revisar los poemas y obras de autores
francófonos encontramos una gran riqueza temática y conceptual cónsona con los
diferentes movimientos culturales caribeños ya mencionados, nutridos de las
experiencias de cada escritora y escritor en particular.
En términos generales, se destacan los temas
políticos, el clima de violencia en las dictaduras, el compromiso político
evidenciado en la Poética de Negritud con autores como el martiniqueño Aimé Césaire. Los temas sociales también están presentes en
amplia y variada gama de motivos como el trauma cultural y el desarraigo, que
repite el modelo romántico europeo y que se corresponde con la etapa de la negrofagia y el blanqueamiento
ideológico naciente.
La mujer aparece en la visión tradicional
patriarcal como “la otra costilla” del hombre en “visión adánica”, según el
profesor Celso Medina. No obstante, hay una literatura escrita por mujeres,
pujante y cada vez más abundante que incorpora la sensibilidad y visión
femenina.
También la poesía antillana expresa su dolor
ante los embates de la naturaleza: terremotos, huracanes, volcanes.
Como rasgo común de esta
literatura se manifiesta en todas las épocas la sensibilidad caribeña en los
diferentes escritores isleños, inclusive en los de origen europeo como el poeta
Saint-John Perse (1915-1996) de la isla de Guadalupe y Premio Nóbel de
Literatura en el año 1960. Aunque su visión del mundo es occidentalista e incorpora al surrealismo, no
escapa en su obra una visión sobre el mar, el viento, los pájaros de las islas.
Por ejemplo, en su poema “Canto de isla”
en donde resalta la presencia de los vientos. Por tal razón el profesor Celso Medina indicó que “la poesía
más que un género de tiempos es un género de espacios”. La editorial venezolana
Monte Ávila publicó una antología de la poesía de Saint-John Perse, realizada
por la investigadora Aura Marina Boadas.
Señaló el profesor
Celso Medina que la poesía “no sólo se hace con palabras. Es con el sentido y
con el sentimiento”. De tal manera que hay poetas preciosistas en el manejo del
lenguaje, pero su poesía no es expresiva.
La sensibilidad caribeña incorpora el paisaje
de las islas; el viento, el mar, la vegetación, los pájaros, las olas, el rumor
del mar. Al respecto, el profesor Medina expresó: “el ritmo de la poesía
antillana es el ritmo de la ola y no del tambor”.
Otro aspecto que se aprecia en esta
literatura es la condición de insularidad a través de imágenes y metáforas
relacionadas con la “mirada al infinito”, en donde el mundo caribeño puede ser
comparado con “un campo de islas” ya que algunas personas expresan que los
isleños no están solos porque al frente de su isla hay otras. También su relación con África. La literatura expresa todas estas realidades y
se particulariza en cada isla. Por ejemplo, Jamaica reconstruye el espacio del
retorno a África.
El Africanismo literario también está
presente con mucha fuerza en la poesía antillana a través del animismo cultural
y rítmico que expresa esta literatura. Una africanidad que también incorpora al
Surrealismo, en una época de muchos intercambios culturales como fue el período
de las vanguardias artísticas de los años veinte al cincuenta, aproximadamente
en el pasado siglo XX.
LAS
MUJERES POETAS EN EL CARIBE FRANCÓFONO
La mujer caribeña ha participado en el mundo
de las letras y de las artes. Son muchos los testimonios de la presencia de
estas grandes damas que, desde su condición femenina han debido sortear todo
tipo de dificultades ante una evidente cultura machista que niega a la mujer su
figuración social más allá de su rol de madre y esposa.
El profesor Celso Medina incluyó en este
repertorio de poetas caribeños a destacadas escritoras como Virginia Sampeur
(Haití), Ida Salomón Faubert (Haití), Kettly Mars (Haití), Mireilles
Jean-Gilles (Guyana Francesa).
En primer lugar, se hizo referencia a la
escritora Virginia Sampeur. Nació en
Port-au-Prince (Puerto Príncipe), la capital de Haití en marzo de 1838 ó 1839 y
murió en junio de 1919. La crítica literaria la considera como la primera mujer
que publica en Haití.
Un hecho familiar le lleva a escribir uno de
sus poemas más conocidos, “La abandonada (L’abandonnée), a raíz de su corto
matrimonio y posterior divorcio con el poeta y político Oswald Durand.
Desde el punto de vista del poema puede
decirse que es un poema universal, sin referencias localistas, que expresa el
sentimiento del abandono y del despecho:
La
abandonada
“Ah, si estuvieseis muerto!
Con mi alma lastimada
haría una tumba donde, amada
clausura,
mis lágrimas se derramasen
lentas, sin atrición.
(…)
Ah, si estuvieseis muerto,
vuestro eterno silencio
menos yermo que ahora,
tendría su elocuencia,
Pues no sería ya el cruel
abandono.
(…)
Pero no estáis muerto ¡oh
dolor sin medida!
pena que hace brotar la
sangre de mi herida
( … )
¡Ingrato!¡Vivís mientras
todo clama mi venganza!
Pero yo no escucho. A falta
de esperanza,
por instantes vuelve el
pasado, todavía me acuna…
Otros poemas de la autora
destacan los elementos naturales: el sol, las rosas, los plátanos, el aroma de
los árboles frutales y las flores, el canto de los pájaros; como se lee en el
siguiente verso:
“Siento en mi alma cantar esa primavera”
La autora logró
publicar algunos poemas en revistas y periódicos de entonces y cuentos
publicados en folletines.
Poeta Ida Salomon Fauber Imagen tomada de:http://idafaubert.net/histoire.html |
Se destaca de este
poemario su conmovedor poema “Jacqueline” dedicado a su hijita muerta. La
crítica literaria señala al poemario como “poesía del corazón”, sentimental y
subjetiva que podemos observar en los poemas “Overtura” y “Suavidad”.
Overtura
“Te amo por apiadarte del delirio,
Y por haber, conmigo, sufrido mis dolores;
Te amo por saber qué palabras decirme
Y por haber besado tierno mis ojos llorosos”
Y por haber, conmigo, sufrido mis dolores;
Te amo por saber qué palabras decirme
Y por haber besado tierno mis ojos llorosos”
Suavidad
Para
ti me he de volver dulce y amante;
Para
que venga el olvido de malos días de antaño
Y
no sepas ya que la vida es malévola
Que
hiere al corazón y que se sufre tanto.
Para
ti, volveré a ser esa niña obediente,
Que
sueña con canciones, de amor y beldad,
Y
que a veces besa una flor a su paso,
Para
sentir en sus labios un temblor de verano.
Te
abriré mi corazón que el sol inunda,
Conocerás
mi alma y sus deseos ardientes,
Y
de la vida y el mundo ya solo sabrás
Que
te adoro y que ya es primavera.
Ambos poemas expresan el sentimiento
amoroso. Se considera a Virginia Sampeur y a Ida Salomon Faubert como las
pioneras e iniciadoras de la literatura femenina en Haití.
De las autoras haitianas contemporáneas
es notable por su prolífica producción, la poeta, cuentista y novelista Kettly Mars. Nació en Puerto Príncipe
el 03 de septiembre de 1958, en donde vive actualmente. Sus obras más conocidas
son:
·
Soles
Contrarios [Soleils Contraires] (1996), novela, con la
que obtuvo el premio Jacques Stephen Alexis.
·
Fuego
de Miel [Feu de Miel], poemas
(1997)
·
Rugidos
y Sollozos [Feulement & Sanglots], poemas (2001)
·
Mirage-hotel [cuentos] (2002)
·
Kasalé,
novela,
(2003 y 2007)
·
La
hora híbrida [L’heure hybride] (2005) novela con la que obtuvo el premio Senghor de Creación
Literaria en Francia.
·
Temporadas
Salvajes [Saisons sauvages] (novela, 2010)
·
El
príncipe negro [Le prince noir de Lillian Russel], en
colaboración con Leslie Péan (novela, 2011)
Poeta Kettly Mars Imagen tomada de:http://ile en ile.org/mars |
Deriva
en rojo (I)
Porque cada palabra esconde un fin del mundo
y la sombra hace más viva la luz
la bella vida de su herida roja
flamea en tristezas esparcidas
Un rojo exuberante hasta morir
un rojo para amar sin tomar aliento
para beber como un maravilloso veneno
El rojo de mi amor me quema así de fuerte
El flamboyán rojo en el silencio violento
fuego de júbilo o sacrificio sangriento
el flamboyán carnívoro chupa la sangre del verano
mi corazón también lo hace, manchándome
Somos como amantes voraces
Quién me dirá que no es bello llorar
quién me dirá que me entregue al instante bermejo
y por qué la sangre tenaz del verano renace
en el orgasmo del flamboyán
Un pétalo dos pétalos tres pétalos
rojo sangre rojo vulva rojo Ogou
Tú derivas hija mía, derivas y te enredas
alienado punto de guardia en el tiempo del flamboyán
La pasión es roja, roja e inquieta
exulta en el corazón del verano en caída libre
Y mi deseo sin vergüenza se me pega al cuerpo
omnipresente omnívoro hambriento de instantes
multicolores
El rojo flamboyán reclama en mis venas lo debido
como los devoradores labios de un verano escandaloso.
Poema que expresa
sensualismo y sentimiento amoroso en un juego de imágenes poéticas animadas por
los colores de la naturaleza, especialmente el color rojo del flamboyán,
asociado a la pasión amorosa.
De otro territorio francófono en América se
menciona Mireille Jean-Gilles, quien nació en Cayena, capital de la Guyana Francesa, el 28
de noviembre de 1962. Estudió Agricultura Tropical en Montpellier (Francia). Trabajó
en África, en Chad y en Madagascar. Actualmente vive en Martinica. Es creadora
de poesía, narrativa y teatro.
Escritora Mireille Jean-Gilles Imagen tomada de:http://ile- en- ile.org |
La Dominica es bella y orgullosa, como una esfinge,
la cabeza entre las nubes.
Ellas lucen gafas de estrellas, por eso nunca
sabremos el color de sus ojos, ellas destacan nítidamente en todas partes
porque son bellas, rubias y ricas. Vemos sus espaldas, sus estiramientos un
poco acentuados, maridos un poco viejos, pasan como estrellas fugaces, su razón
de ser es esa, más que viajar, que no tiene mucho sentido, ni interés, vagar
por los pasillos del aeropuerto para convertirlos en sus salones privados,
mujeres ricas y marcadamente bellas porque son rubias se visten de negro,
pantalón negro, suéter negro, gafas negras para ser más visibles, más rubias,
más marcadamente bellas. Pero, después de todo, ser bella no es sino ser
marcadamente bella y es si duda por eso, el otro día, cuando me crucé con esta mujer
tan familiar, tan marcadamente familiar, yo la conseguí bella, por su seguridad
plena, la seguridad de destacarse, mirada, desfigurada, como si se tratara de
una mujer excepcionalmente bella y que no pide otra cosa que destacarse,
desfigurada, que su imagen sea inscrita siempre en la memoria de no importa
cuál pasajero.
(…)
Aterrizo en las nubes y paso del sol para una
primera vista de Haití.
Más África que Caribe, más negro que mestizo,
más pobre que miserable.
Repartida en tres mundos.
La mañana, los niños buscan el agua.
Ella tiene los ojos como el mar, si se le
mira bien podía pensar en el riesgo de no volver más.
Hay países donde los hombres y las mujeres
proponen sus culos a los clientes de los hoteles de lujo, aquí son las
estrellas que se han propuesto, prostituido, para vivir.
Alguna cosa de sofocante y frenética.
Una inestabilidad permanente, fuerzas
contrarias que se entrecruzan que se entrechocan, y detrás de ellas, una nube
de fulgor.
Tráfico de agua.
Cantera desordenada y sin armonía. Una
cantera nunca acabada.
No hay más música, sino color.
Sentada sobre los tramos de una escalera de
madera, de
un lado las vacunas, del otro el hombre
sentado ante
su ordenador.
No hay juntura entre los dos mundos.
Aquellos que quieren pasar los fines de
semana en
República Dominicana para solazarse en la
playa,
¡Como si no hubiese playa aquí! Dice Bárbara
[…]
[…]
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