CURSO-TALLER:
IDENTIDAD Y POESÍA EN EL CARIBE FRANCOPARLANTE
(Continuación)
IDENTIDAD Y POESÍA EN EL CARIBE FRANCOPARLANTE
(Continuación)
Realizado por:
Equipo de Investigación del Centro de Estudios Caribeños de la UDO - SUCRE:
Diseño y montaje: Marlene Soto
Equipo de Investigación del Centro de Estudios Caribeños de la UDO - SUCRE:
Dra. Norys Alfonzo, Lcda. Eleusis Bonillo, Mg. María C. Caraballo, Dra. Magaly Guerrero,
MSc. Carolina Lista, Dra. Mariela Longart, MSc. Mariangela MalavéDiseño y montaje: Marlene Soto
II. La Literatura Caribeña como "Voluntad Programática"
En el siglo XX, poetas y artistas de Latinoamérica y del
Caribe configuraron interpretaciones sobre su idiosincrasia y valores
identitarios, buscando definir sus raíces culturales. En el ámbito caribeño se
buscó precisar en qué consiste “ser isleños” y “ser universales” simultáneamente;
y si es posible abrirse a la cultura universal estando aislados como isleños,
de alguna manera “cerrados” culturalmente. Correspondió a los intelectuales
indagar sobre esa conciencia ante la Identidad Cultural y la Insularidad. En
general, la reflexión del momento osciló en develar dos aspectos básicos: el Desarraigo
y la Universalidad de la cultura caribeña. Los distintos
planteamientos varían de acuerdo a la historia de cada isla, puesto que los
procesos históricos se dieron de manera diferente en Haití, en Guadalupe y en
Martinica. Señaló el profesor Celso Medina que según Raphaël Confiant “hay una
voluntad programática” que se relaciona con la cultura caribeña de habla
francesa y que piensa no sólo en su isla sino también en el mundo entero. Es
una poesía con visión de manifiesto.
Uno de los movimientos más trascendentes fue el Pan-Africanismo.
Cobró vigencia en la década de 1920 para reivindicar a África, en consonancia
con los movimientos vanguardistas de la época. Se propuso dar visibilidad a una
cultura, que aunque estaba golpeada no se tornaba en inerte, estaba vigente. Es
un movimiento universal que se manifestó en todos los lugares con presencia
africana: en África, en Estados Unidos, en Jamaica, en Francia, por mencionar a
algunas naciones.
Algunos autores franceses y belgas se interesaron por la
cultura africana: Placide Franz Tempels escribió “La Fisolofía Bantú”: Ontología
del africano; Alexis Karamel: Filosofía Bantú; Marcel Griaulg: Entrevista
a un anciano Dozon.
Entre los valores de la cultura africana está el concepto
comunitario de familia, el linaje, la etnia, la veneración a los ancianos y a los
antepasados. La vida no se interrumpe con la muerte; por eso el pasado es tan
importante, así como también el concepto
de lugar que destaca árboles como el Baobab y pequeños seres como las
hormigas; esta valoración va más allá de lo físico, implica también toda su
cultura. Es una visión distinta a la de Occidente.
Escucha con más frecuencia
la voz de las cosas antes que la de los
seres,
La voz del fuego que se propaga.
Escucha la voz del agua.
Escucha en el viento
el sollozo del arbusto:
Es el alma de los ancestros.
Los que han muerto no han partido nunca
Ellos están en la sombra que esclarece
Y en la sombra que se espesa,
Los muertos no están bajo la tierra
Ellos están en el árbol que se mece
Ellos están en el árbol que gime,
Ellos están en el agua que corre,
Ellos están en la choza, ellos están en la
muchedumbre
Los muertos no están muertos.
Escucha con más frecuencia
la voz de las cosas antes que la de los seres
La voz del fuego que se propaga.
Escucha la voz del agua.
Escucha en el viento
el sollozo del arbusto:
Es el alma de los ancestros.
El alma de los ancestros muertos
que no han partido
que no
están bajo tierra,
que no han muerto.
Los que han muerto no han partido nunca,
Ellos están en el seno de la mujer,
Ellos están en el niño que llora,
y en la llama que se inflama
Los muertos no están bajo tierra,
Ellos están en el fuego que se apaga,
Ellos están en la roca que se queja,
Ellos están en las hierbas que gritan,
Ellos están en el bosque, ellos están en la
morada
Los muertos no están muertos.
El autor, Léopold Sédar Senghor (1906-2001) tiene un poema que se llama TOTEM, y manifiesta sobre "el negro" una visón distinta a la estereotipada y estigmatizada a lo largo de los siglos:
El autor, Léopold Sédar Senghor (1906-2001) tiene un poema que se llama TOTEM, y manifiesta sobre "el negro" una visón distinta a la estereotipada y estigmatizada a lo largo de los siglos:
Totem
Tengo
que esconderlo en lo más íntimo de mis venas
el
ancestro de piel de huracán surcado de claridades y de rayo
Mi
animal guardián, se me esconde
para
que no rompa los candados
Es
mi sangre fiel la que requiere fidelidad
protegiendo
mi orgullo desnudo contra
mí
mismo y la soberbia de las razas felices.
III.
África
y el Caribe Franco-Parlante: Africanismo Literario en El Caribe
Escritor René Depestre Imagen tomada de:http//ile-en-ile.org |
Sobre la presencia
africana en El Caribe han surgido muchas interpretaciones. Entre las más
conocidas se encuentra la visión de René Depestre. Para él el esclavismo en
América se pigmentizó y creó una especie de negrofagia.
En palabras del investigador Celso Medina “se creó una perversa “semiología
somática” para referirse a diferentes aspectos relacionados con la cultura
negra. Sus planteamientos polemizaron con la visión de Aimé Césaire y del senegalés
Léopold Sédar Senghor.
Imagen tomada de:https:// latiendacomprometida.com |
A partir del siglo XIX, Francia comenzó los
procesos de colonización en África. Los gobernadores franceses en este
continente eran antillanos por cuestiones ideológicas. René Maran ciudadano de
la Antillas, fue funcionario en Senegal. Destacó el profesor Celso Medina que según
Hegel” (…) El África Negra es el continente de la Infancia. No se pueden
considerar hombres”. Esa visión occidentalista no es solamente para el colonizador
sino también para los colonizados. El sentimiento de “vergüenza étnica” es
asimilado por la burguesía antillana que piensa en el modelo francés. Eran años
en que se estimaba a los famosos antillanos más que a los franceses africanos,
por razones ideológicas, hasta hoy. Por ello, se habla de un “blanqueamiento
cultural”. Esto propició el surgimiento de una élite negra. El blanqueo es una
actitud de vergüenza étnica. El símbolo y vía para ese “blanqueamiento
cultural” fue la Escuela y el Estudio.
En los primeros
treinta años del siglo XX la reflexión de los intelectuales latinoamericanos y
caribeños fue intensa. Se puso de moda reflexionar sobre la otredad, la
alteridad y la cosificación. Agregó el profesor C. Medina: “En Las Antillas, en
1928 el prestigioso etnógrafo hatiano Jean Price-Mars publica su libro Así habla el tío (1935) (Ainsi parla
l´oncle), en el que fija posición en torno a lo que denominó el “bovarismo” de
los intelectuales haitianos, que bien puede ser atribuido a todos los intelectuales
antillanos.” Celso Medina citó textualmente a Jean Price Mars sobre cómo
concibe el “Bovarismo intelectual”:
“la facultad que se atribuye una sociedad de concebir al otro como lo que no es"(1965:10).
En esa mirada positiva del “otro”, va implícita una subestimación de lo propio:
“… por una lógica implacable, en la medida en que nos esforzamos por creernos franceses “coloreados, nos despreciamos en el ser haitianos” (ídem).
Comentó el
investigador que “El referido libro abrió un camino hacia lo que sería una
línea capital en el proceso de discusión identitaria de los antillanos”.
Creolidad
Elogio de la Creolidad Imagen tomada de:https://casadellibro.com |
Otro
aspecto en el manifiesto “Elogio a la criollidad”, es, en palabras del profesor
Medina, pronunciarse “por un lugar autónomo de la antillanidad, bajo le batuta
lingüística de la lengua Creole.
Señalan los autores que no son “Ni Europeos, ni africanos ni asiáticos:
nosotros nos proclamamos Creoles.
Llamarnos Creole será para nosotros
una actitud interior; o más bien de vigilancia, o mejor aún, una especie de
envoltura mental en medio de la cual se construirá nuestro mundo con plena
conciencia del mundo”.
IV. Poética de la Negritud
También surgió la Poética de la Negritud. ¿Cuál es la particularidad del movimiento
de la “negritud franco-caribeña”? Es una poesía cerca de lo panfletario hacia
los años 20 hasta que aparecen en Francia los poetas Aimé Césaire, Léopold
Sédar Senghor y Léon-Gontran Damas (Guyana Francesa) quienes
complementan la perspectiva culturalista de la Negritud que valora la Cultura
Negra y una Filosofía de la Negritud. Algunos lo asociaron con una
Etno-Filosofía por la valoración de la música, las tallas negras, el mundo
africano. Es una concepción desde lo etnográfico.
Los Poetas de la Negritud no huyeron del
concepto de “lo negro”. Rompen con la visión plañidera de auto-compasión, de considerarse
a sí mismos como “pobres negros”, actitud creada a lo largo del tiempo en la Cultura de la Resignación. Inclusive, se
creó la “figura del zombi” que aboga al sufrimiento.
La Poética de la
Negritud rescata el orgullo de ser negro. Crea un espacio para la cultura y
herencia africana tan válida como la cultura griega o la cultura latina;
realizó un gran esfuerzo por restablecer una cultura en el mundo. Así mismo,
los poetas y escritores de la Negritud hicieron el esfuerzo de escribir en
francés y de establecer vínculos con África y decirle al mundo: “existimos y
queremos que ustedes entiendan que existimos”. También el movimiento de
renacimiento norteamericano y jamaiquino rechaza al blanco. La negritud de
Césaire no.
L`Etudiant noir, page de titre Imagen tomada de: https:// www.patrimonies-martinique.org |
En 1934 se
creó El estudiante negro, un periódico que tuvo mucho impacto en Guyana,
que también participó del movimiento de la Negritud, Guadalupe y Senegal. Césaire
estuvo presente en estas publicaciones. Senghor y Césaire coincidieron en la reivindicación no sólo del “negro”
sino de la cultura negra.
Hay posiciones de alerta frente a los planteamientos
de la negritud que ubica a la explotación del africano en la órbita del
capitalismo, como puede apreciarse, por ejemplo, en la obra de René Depestre, Autorretrato en Otoño.
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