miércoles, 12 de diciembre de 2012

CRÓNICA DE LO COTIDIANO


ACTIVIDADES DEL CENTRO DE ESTUDIOS CARIBEÑOS EN NOVIEMBRE Y DICIEMBRE
(Continuación II)
 Por:
Dra. Norys Alfonzo ,  Msc. Ma. Carolina Caraballo,
Dra. Magaly Guerrero,  Msc. Doris Poreda,
Msc. Moraima Rojas,  Cantautor Hernán Marín
Equipo de Investigación del Centro de Estudios Caribeños
 de la Universidad de Oriente
Diseño y montaje: Marlene Soto


2. ANIVERSARIO DE CUMANÁ: CONFERENCIA DEL ARQUITECTO SERVANDO MARÍN LISTA

Presentadora Profa. Magaly Guerrero
Conversatorio "Cumaná: La noción de Ciudad"
El 22 de noviembre del presente año el Centro de Estudios Caribeños realizó la conferencia del arquitecto Servando Marín Lista, titulada “Cumaná,  la noción de ciudad: 500 años después” para conmemorar los 497 años de la ciudad de Cumaná.

El  arquitecto Servando Marín Lista inició su exposición a partir del cuadro de la pintora Antolina Martell titulado:”Mundo, magia y memoria de Cumaná” en el que se evoca a una Cumaná idílica, desde su cotidianidad, en la que están representados personajes populares de nuestra ciudad. Seguidamente, nuestro expositor se refirió a distintos momentos históricos de la ciudad de Cumaná, lo que el autor denomina “unidades espaciales”, distribuidas en cinco: La ciudad de ayer, la ciudad moderna, la ciudad actual, la ciudad difusa,  la ciudad del siglo XXI.

Al expresar que Cumaná celebrará sus quinientos años, en el año 2015, el arquitecto Marín Lista nos recordó que antes de la llegada de los españoles ya había asentamientos humanos en lo que hoy denominamos Estado Sucre. Así pues, se inicia la exposición con un reconocimiento a la cultura indígena y se recuerda que ésta no desconocía el quehacer arquitectónico, como por ejemplo, la famosa vivienda indígena en forma ovalada, el shabono, la circular churuata, los palafitos.

1.- La ciudad de ayer

Se refiere esta parte de la exposición a los tipos de construcciones históricas construidas en Cumaná, durante la Colonia y se  correspondieron con las  fortificaciones religiosas y militares. La arquitectura residencial que permanece hoy, casi en ruinas, ha sido  para albergar el rol de la actividad administrativa y de servicio que persiste, producto de la concentración de un recinto histórico y tradicional que coexiste entre la ciudad del ayer y la ciudad actual.

Señaló el arquitecto Servando Marín, que como hecho significativo tenemos algunas intervenciones de la poligonal urbana, como las demoliciones indiscriminadas, las cuales constituyen un absurdo urbanístico y una transformación siniestra ejecutada dentro de la poligonal del Casco Histórico tradicional, que sufrió alteraciones que han desfavorecido casi exclusivamente  el acceso y la circulación del flujo vehicular, perdiéndose la cohesión física que conservaba  la ciudad.

La casa de las Conchas, tuvo  sentido propio de la proporción, 
de la escala, de la textura, del color  y la reivindicación del patio como
 elemento  vital  de la arquitectura del trópico caribeño
Legalmente, existen dos instrumentos de intervención urbana, el Plan de Ordenamiento del Casco Central del año 1975, el cual plantea la  descongestión del área central y la preservación del centro tradicional, la presentan como una operación integrada a varias etapas a cumplir. Otro instrumento legal es “la Renovación de la Plaza Bolívar (1983)”, la cual como eje simbólico, debió unirse físicamente a la iglesia Santa Inés tratando de formar una red de flujo capaz de organizar de una manera distinta el viejo centro de Cumaná por medio de un eje unido transversalmente  a redomas, fuentes, plazas, nodos circulatorios, abriendo paso a una fuerte movilización peatonal.

2.- La ciudad moderna
La modernización de Cumaná se inicia después del año mil novecientos cuarenta. Tuvo un crecimiento siguiendo el orden urbano legado de la época colonial. Las actividades continuaron concentradas en la ciudad histórica, que mantiene la estructura heredada de la cuadrícula hispanoamericana y las edificaciones continuas desarrolladas durante el siglo XIX, desde donde se expande la trama urbana hacia tres puntos cardinales de su crecimiento:
Con orientación al ESTE, se construyó la trama  vial de la Avenida Gran Mariscal, como eje de desarrollo del espacio urbano, acompañada de la actividad complementaria de servicio como el Hospital. Dentro de este contexto, el Piedemonte de Caigüire desempeña un importante rol por su localización y relación con el golfo, pues, se consolidan los barrios pescadores más importantes de la ciudad.


Con orientación NORTE se plantea la avenida Fernández de Zerpa, acompañada de actividades complementarias de servicio como el Cuerpo de Bomberos y la Policía. Esta nueva trama dio como origen el estableciéndose los limites de la poligonal urbana del Parcelamiento Miranda (1968), conformado con las avenidas  Gran Mariscal (SUR), la Perimetral (NORTE),  la Fernández de Zerpa (OESTE) y el Barrio Caiguire Abajo (ESTE).

Con orientación OESTE, sobre el nodo circulatorio conocida como la redoma “El Indio”, se dirige un importante eje que vincula el viejo aeropuerto, la Universidad de Oriente y el Hotel Cumanagoto con la  entrada a Cumaná.
Y, con orientación SUR, también sobre la redoma “El Indio”, se plantea la expansión periférica de la ciudad y la autoconstrucción de ranchos que dio origen, entre otras, a las urbanizaciones “Fe y Alegría”, “La Llanada” y “Brasil”.

A partir de 1975 se ha aplicado la Ordenanza Municipal del año 1975-1995, cuyo resultado fue la consolidación de la división del territorio de la ciudad de Cumaná en tres zonas:
1.- La “Zona Urbana” dirigida al aumento de la densidad de las edificaciones residenciales.
2.- La “Zona del Ensanche” dirigida a ocupar los terrenos sobre los cuales debería producirse la expansión controlada.
3.- La “Zona Rural” dirigida a la periferización urbana de la ciudad, a través de una expansión formal e informal (auto construcción de ranchos).

3.-  La ciudad actual
Continuando con su disertación, el arquitecto Marín se refirió a “la ciudad actual”.  Cumaná  creció de manera desordenada y caótica, en búsqueda de nuevas urbanizaciones en áreas de desarrollo periférico. La política oficial de vivienda  promocionó, y aún lo hace, el fenómeno de la dispersión artificial o periferización urbana no controlada, a través de la constitución de extensas áreas residenciales. Esto ha permitido la proliferación de múltiples zonas de carácter rural-urbano para acusar el fenómeno de las invasiones o asentamientos no controlados que han llegado a dominar la estructura general de Cumaná. Cuestión que se evidencia al verificar que más de sesenta y ocho por ciento de la superficie ocupada esta dominada por barrios y que estos albergan alrededor de setenta y cinco por ciento de la población total de la ciudad. Este hecho nos coloca sobre el reconocimiento de una ciudad que crece montada sobre el desarrollo de sus barrios que dominan tanto en la periferia, como en sus áreas centrales.
El Plan de Ordenamiento Urbano de Cumaná (POU) (1992-2012) plantea ocupar lotes desocupados dentro de la poligonal urbana, propuesta criticable desde tres puntos de vista:
1- La trama central y parte de la periferia de ésta, la cual es inconveniente saturar, aún más,  por su actual nivel de congestionamiento.
2- El aumento de la densidad o multiplicación de plantas, es una solución inconveniente debido al alto riesgo sísmico de Cumaná.
3- La ocupación del medio ambiente costero del río Manzanares, las áreas de influencia de la Laguna de los Patos y Punta Delgada, significativamente reducidos por efecto de una incesante urbanización que han ocasionado daños al ambiente natural, generando mayor presión sobre estas áreas bastante contaminadas.

4.- La Ciudad  difusa
La cuarta unidad espacial mencionada por el arquitecto Marín se relaciona con la ciudad que  denomina difusa, por la continuación prolongada del caos y anarquía surgido en años anteriores, como consecuencia de la aplicación de los proyectos gubernamentales El plan maestro “Cumaná la nueva”, es un proyecto que ha empujado la estructura urbana de la ciudad hacia sus límites y fuera de éstos, hasta confundirse con la zona protectora, sin la debida reflexión y sin la convocatoria a la participación conjunta con las propias comunidades.

La ciudad difusa se identifica, pues, con la inmensa lejanía crecida hacia el sur, desde el oeste hacia el este del macizo del Turimiquire. Es el espacio característicamente abierto en la montaña, avanzando sobre el área protectora, donde surgen sembradíos y plantaciones que son la gran reserva de tierra urbanizable que posee Cumaná, adosadas a la zona protectora que con su área de más de nueve mil hectáreas, que por norma no deberían ser urbanizables. Forman parte de este territorio dinámicas territoriales articuladas en torno a la autopista Antonio José de Sucre, que se intercepta con la vía hacia El Peñón. La ciudad difusa se abre como una prolongación del espacio territorial urbano, más allá de los ámbitos tradicionales y modernos. Esta contienda urbanística ha generado una imagen de ciudad sin fronteras, extensa, infinita.

A pesar de la aparente dispersión o poco compactamiento de esta área de la ciudad, este paisaje ambiental es el que experimenta los cambios más dramáticos auxiliados por la inversión pública. La primera se ha enfocado al extremo este con la construcción de la Urbanización “Brisas del Golfo”, y al oeste con la construcción de la Urbanización “Lomas de Ayacucho”, ya dejan entrever un paisaje de un nuevo pueblo, una suerte de nueva ciudad.

5. La ciudad del siglo XXI
 Para finalizar su disertación, el arquitecto Marín se refirió a la ciudad de hoy, la Cumaná del siglo XXI.  Es de la opinión que para mejorar la situación de Cumaná, descrita con anterioridad, será necesario  tomar decisiones que puedan considerarse  subversivas,  no sólo porque hay que superar los controles del Estado heredado, sino porque hay que superar también los obstáculos que han surgido desde el propio seno del gobierno en revolución. La organización del poder popular no ha logrado avanzar significativamente.  Solamente se han constituidos los Consejos Territoriales, los llamados Consejos Comunales, y son apenas un reflejo de lo que se esperaba de ellos.


La ciudad del siglo XXI deberá tener  una estructura que le dé cohesión, entendiendo que esa estructura se expresa como un tejido inmaterial cuyos hilos, son: la unidad del espacio socio-político, entre otras, la cultura con su base ideológica, el modo de producción e intercambio y  la forma de gobierno. Pero este solo tejido no hace la ciudad. Hay otro tejido que les da carácter y compromiso a esos habitantes convirtiéndolos en ciudadanos: es el tejido urbano, la estructura física de la ciudad, donde son enormes las ruinas físicas y sociales, que este crecimiento deforme y perverso.


 El Piedemonte del Turimiquire representa unas áreas de expansión urbana para Cumaná y constituye una de las zonas más ricas desde el punto de vista medioambiental y ecológico.

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