Participación del Centro de Estudios Caribeños de la UDO En el
I Congreso Internacional de Saberes Africanos y de la Diáspora “Afrocaribe Somos”
Caracas, 11, 12, 13 de febrero de 2014
Instituto de Investigaciones Estratégicas sobre África y su Diáspora (Centro de Saberes Africanos)
(Continuación)
Por:
Dra. Norys Alfonzo, MSc. Ma. Carolina Caraballo, Dra. Magaly Guerrero,
Equipo de Investigación del Centro de Estudios Caribeños
de la Universidad de Oriente
Diseño y montaje: Marlene Soto
12
DE FEBRERO
CONFERENCIAS
(En
la mañana)
1. Gangu y gangas. Saberes bantú transplantados al Caribe.
Simao Souindoula (Angola).
Simao Souindoula (Angola).
De izquierda a derecha: Mirtha Fernández, Simao Souindoula, (traductora) y Andrés Bansart Foto: Profa. Magaly Guerrero |
Los saberes bantú fueron trasplantados a América, lo que permitió sobrevivir a
muchos esclavos durante su travesía por el mar y luego en las haciendas y
plantaciones donde les tocó trabajar. El mar fue uno de los vínculos más
fuertes de los esclavos. Uno de los momentos más difíciles fue el
embarque. Hubo rebeliones y ahogamientos voluntarios, ya que el mar
representaba a Kalunga, lo desconocido,
la muerte, y lo infinito. Terror que dio pie para crear la “mitología de la
travesía”. Era como decir: “Soy Congo,
tenemos miedo del mar y de los ríos porque tienen espíritu. Vamos para el Kalunga”.
El tráfico de esclavos diversificó su
“mercancía”: se consideraba “mercancía preciosa” a los niños y adolescentes
menores de 17 años; las mujeres eran cotizadas por su sumisión y no hacían
desórdenes. El último tercio de la mercancía eran los hombres fuertes, los
rebeldes.
Destacó el conferencista que en África
los pueblos hablan lenguas que están emparentadas a través de la lengua protobantú, que es como el latín para
las lenguas indoeuropeas. Según un sacerdote italiano los idiomas Congo y Bantú funcionan como los idiomas castellano y francés.
Cabe destacar que a pesar de estar
esclavizados, los africanos en América no perdieron su saber, su religión, su
filosofía y formas de ver el mundo. El saber médico, por ejemplo, los salvó del
exterminio e hizo resistir a los esclavos en las difíciles condiciones de los
palenques, en su vida de cimarrones.
Se destaca la figura del ganga o curandero. Es un sacerdote,
reconocido como el Ganga Sambi.
También se reconoce al Ganga Maelle,
el agricultor. Son figuras veneradas en las sociedades africanas. Los médicos gangas pueden curar la
triponiasis o enfermedad del sueño, parasitosis, dolores abdominales, el cáncer
de la garganta, el cáncer de mama, el nervio ciático, la enfermedad de
parkinson, el raquitismo, la rinitis, la anemia
la parálisis, la esterilidad. Para
el pueblo bantú es muy dramático no
tener hijos. El clan no se puede terminar. Esta filosofía ayudó a sobrevivir en
la esclavitud.
En Angola se ha creado el Museo Angolano de la Esclavitud, en el Morro da Cruz, en la ciudad
capital, Luanda, atendiendo el proyecto de la UNESCO para reconstruir, por una
parte, la memoria de la esclavitud, en los distintos países que fueron objeto
de la trata negrera. Y, en otro sentido, revalorar los aportes de las culturas
africanas al mundo.
Venir desde Angola a Venezuela, señaló
el conferencista, ha implicado un reencuentro con las huellas y vigencia de las
culturas africanas que coincidieron en este territorio y otros de América: la
antroponémica, la toponémica, la vitalidad coreográfica, las comidas son
elementos culturales que también están vigentes en África. El ponente destacó
cómo el nivel del conocimiento africano quedó demostrado en la diáspora, lo que
permitió la sobrevivencia y perpetuación de las costumbres.
A
mediados del siglo XX, Angola tenía 5 millones de habitantes ¿Dónde estaban los
otros angoleños? El conferencista manifestó su fe y esperanza en el futuro del
continente africano. Está seguro que África superará su histórico déficit
demográfico, gracias a la juventud y energía de sus habitantes. También se
destacó la necesidad de cooperación entre los pueblos de África, de América
Latina y del Caribe.
2. Africanidad, oralidad y creolidad.
Mirtha Fernández (Cuba).
Mirtha Fernández (Cuba).
Mirtha Fernández http://saberesafricanos.wordpress.com |
Las
raíces de la oralidad africana fueron sembradas en toda América. La oralidad y
la preservación de la memoria ha sido un medio casi sagrado para la transmisión
de todos los saberes y conocimientos. Algunos autores se refieren a un tipo de
“oralidad amnésica” en muchos lugares de América que intenta negar a África,
los africanos y todo lo que sea afro descendiente.
La
memoria permite reconstruir nuestro pasado. La historia de África se está escribiendo
gracias a esa memoria que subyace y se hace presente. De esta manera se
mantiene la identidad cultural a toda costa. La historia del cimarronaje nos enseña lo que ha
significado preservar y o reconstruir la identidad cultural.
Durante
la travesía por el Atlántico, muchos esclavos se suicidaron porque pensaban que
su alma regresaría a África. Los esclavizados se sublevaron, escribieron con
sangre, su libertad. El cimarronaje
fue la respuesta ante tanto atropello. Al escaparse del amo, el cimarrón
preservó su identidad cultural. Tuvo que reinventar lo que ya no existía,
recrear lo que recordaba, como los instrumentos musicales. La recreación del
mundo perdido fue, a su vez, la creación de un espacio para la libertad. Cabe
destacar la figura del liberto José Antonio Aponte, precursor de la
Independencia en Cuba, ejecutado en 1812 por sus ideas libertarias y espíritu
rebelde.
El
aporte africano ha sido fundamental en Cuba. Ha generado un estilo de vida, una
visión de mundo, una manera de hablar, actuar, bailar, pensar. El idioma
español hablado en Cuba no es “puro”. Hay una gran influencia de las lenguas
africanas con una base bantú muy
fuerte, yoruba y abakuá.
En todas las zonas caribeñas ha ocurrido lo
mismo debido a la común historia de tráfico de ciudadanos africanos, de isla a
isla. Los autores han estudiado este proceso cultural con el nombre de criollización, criollidad o criolidad.
Los
aportes de los martiniqueños Raphael Confiant y de Patrick Chamoiseau han sido
fundamentales en el estudio de la criolidad.
Han hecho un esfuerzo por escribir sus obras en creole, sobre todo Confiant,
pero ha sido poco entendido, por lo que ha tenido que escribir también en
francés. Hoy se está reconociendo la criolidad como una marca identitaria,
sobre todo en Europa, debido a la inmigración de muchos ciudadanos caribeños.
Al
finalizar su disertación, la autora cubana se despidió con un saludo y
bendición de los orishas de la santería:
3. Ecosocialismo negroafricano e indoamericano.
Andrés Bansart (Venezuela).
Andrés Bansart (Venezuela).
Prof. Andrés Bansart Foto: Profa. Magaly Guerrero |
Relató
el autor que la idea del libro surgió a raíz de un viaje que hizo al África, a
Chad, en 1963; luego viajó a Bolivia. Este viaje le reveló cómo el etnos está en todas partes. Descubrió
dos filosofías y estilos de vida: filosofía andina y la filosofía del buen
vivir.
El
Buen Vivir implica insertarse en la naturaleza, en asumirse como hijos de la
naturaleza, de la Pacha Mama. No se trata de vivir mejor, tener más, sino del
buen vivir en la Naturaleza. El Buen Vivir y la Fuerza Vital son conceptos que
se complementan. Filosofía bantú y filosofía andina juntos. Se trata de los
guardianes del oikos, del hogar. Es
una filosofía para el Ser.
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