miércoles, 4 de marzo de 2015

CRÓNICA DE LO COTIDIANO

PARTICIPACIÓN DEL CENTRO DE ESTUDIOS CARIBEÑOS
DE LA UNIVERSIDAD DE ORIENTE
EN EL ENCUENTRO NACIONAL DE DOCENTES E
 INVESTIGADORES DE LA LINGÜÍSTICA (ENDIL)
Del 18 al 21 de Noviembre de 2014
(continuación)


Por:
Dra. Norys Alfonzo , Mg. Ma. Carolina Caraballo,
 Dra. Magaly Guerrero, Lcda. Eleusis Bonillo
Equipo de Investigación del Centro de Estudios Caribeños
de la Universidad de Oriente
Diseño y montaje: Marlene Soto


Profa. Magaly Guerrero
Foto: Prof. Aníbal Galicia
3. Continuó la profesora Magaly Guerrero con la ponencia “La diversidad social como signo de venezolanidad en la obra dramática María Rosario Navas de César Rengifo”.

Destacó la investigadora que la dramaturgia de Rengifo se caracteriza por recrear pasajes de la historia de Venezuela con la finalidad de recuperar, preservar y salvaguardar la memoria histórica y cultural, la conciencia nacionalista y los valores colectivos en tiempos de transculturación, como una manera de contrarrestar las múltiples influencias culturales foráneas en nuestro país, tanto en el pasado como en el presente.
Otro aspecto señalado por la profesora se refiere a los ciclos creadores del dramaturgo César Rengifo. En el ciclo independentista de su dramaturgia se valora y enaltece a la mujer venezolana como verdadera heroína. En la obra María Rosario Nava (Cantata) (1964) se recrea  la figura de la heroína merideña, cuya participación en los sucesos independentistas había sido desestimada por la historia oficial tradicional. La obra abunda en recursos escénicos y profusión de personajes y recrea el momento de la heroína merideña cuando es juzgada por ofrecer sus servicios al ejército patriota para llevar las armas de su hijo convaleciente, y combatir por él mientras  recuperaba la salud de los brazos fracturados, según refiere Don Tulio Febres Cordero*.
[* Se trata de la obra del autor merideño (1991) Clave Histórica de Mérida. Recopilación de obras de Don Tulio Febres Cordero. Tomo IV. En: Revista Karibay, Saber, Universidad de Los Andes, sección Dignidad femenina: “Merideñas notables. Mujeres que hicieron historia del tiempo de la Independencia”]
Profa. Magaly Guerrero
Foto: Prof. Aníbal Galicia
 Otro aspecto señalado por la investigadora se relaciona con la versatilidad del Teatro como género artístico, al incorporar todo tipo de recursos, incluyendo también los de otras formas culturales.  Con la teatralización de la forma musical Cantata, César Rengifo valoró las posibilidades estéticas de la misma en su obra María Rosario Nava, configurando música, danza, poesía, intercambio coral y polifónico, para mostrar estéticamente la unión del pueblo venezolano. De esta manera, se evoca en el diálogo a un conjunto de personajes: niños, jóvenes y ancianos. Los esclavos aparecen en la obra como un coro, lo cual permite mostrar en escena un gran número de personajes colectivos, anónimos, pertenecientes a las distintas castas sociales de la colonia: el coro propiamente dicho, formado por hombres y mujeres del pueblo; los esclavos; el indígena; los soldados y el conjunto de diferentes voces que se escuchan en la extra escena.
El protagonismo de cada grupo de personajes se ve reforzado por la iluminación en claroscuro y por una escenografía que muestra los  elementos de la cultura material de cada casta: vestuario, armas de guerra, instrumentos musicales. Se da así una gradación de personajes que oscila entre el personaje individualizado, la figura del héroe, evocada en el diálogo y los personajes colectivos. Con ello se indica la variedad cultural representativa de nuestra venezolanidad.
 La investigadora concluyó que Rengifo destacó en su obra la participación de todos los sectores sociales de la colonia que lucharon por su dignidad y libertad para conformar un espacio propio libre e independiente, sin distingos raciales, económicos, culturales, que nos identifica como un solo pueblo: el pueblo venezolano.

4. Seguidamente expuso la profesora Norys Alfonzo con la ponencia “De una a otra isla: Representaciones del Caribe insular en tres novelas de escritores venezolanos”.
Profa. Norys Alfonzo
Foto: Prof. Aníbal Galicia
En la investigación de la profesora Alfonzo se reflexiona sobre las representaciones del Caribe insular venezolano en el caso específico del Estado Nueva Esparta, presentes en las novelas Cubagua (1931) de Enrique Bernardo Núñez, El Mar es como un potro (1943) de Antonio Arráiz y la Otra Isla (2007) de Francisco Suniaga.  En éstas se presenta la imagen del mar como elemento mítico – histórico, en Cubagua; concepción dual metafórica en El Mar es como un potro y la migración en La Otra Isla. En las tres novelas los escritores mencionados incorporan el paisaje marino como posibilidad narrativa que da cuenta de un imaginario y una identidad cultural, típica de los Pueblos del Mar.

 Destacó la investigadora que los habitantes caribeños asumen el mar como transfiguración, que puede ser ruta, fuente nutricia, símbolo, paisaje, poesía, historia. Es por tanto elemento omnipresente de la geografía insular. En el caso de las novelas referenciadas, este mar se presenta de manera poética en Cubagua, permeando el contexto histórico que implicó la conquista y colonización de América; en El Mar es como un potro, se nos presenta la vida de los pescadores de la isla de Margarita con sus faenas, costumbres e historia y en La Otra Isla aparece una visión de la isla de Margarita, más contemporánea, asociada al turismo y las migraciones.

Profa. Norys Alfonzo
Foto: Prof. Aníbal Galicia
Según la investigadora, el referente literario del Estado Nueva Esparta en muchas obras de la novelística del país, obedece a la afirmación de una identidad cultural propiciada por una afinidad del ser colectivo en relación con su ambiente natural y social. Ese mar esplendoroso y bello del que nos hablan los escritores, también fue un mar caótico y violento, en la medida en que fue y ha sido campo de mira para las potencias coloniales que aquí se establecieron. Este mar común a las islas es lo que se denomina Caribe. A decir de Benítez Rojo “los Pueblos del Mar, se repiten incesantemente diferenciándose entre sí, viajando juntos hacia el infinito” (p. xxi).

La insularidad es una característica inherente a estos Pueblos del Mar, que asumen su condición marina como una vía para la constitución y construcción de subjetividades. Esta condición a decir de Benítez Rojo (1989: xxxii) “no los impele al aislamiento, sino al contrario, al viaje, a la exploración, a la búsqueda de rutas fluviales y marítimas”. Es el mar Caribe el gran escenario para la geografía narrativa que transporta y transforma al que llega, conformando así el magnetismo de una insularidad que atrapa al homo viator.

Lo histórico aparece como una bisagra que conecta lo que se cuenta con la historia misma, sobre todo en el caso de Cubagua y El Mar es como un potro, que a decir de Pacheco (2001:16) se elige “al país y a la realidad nacional como un objeto representacional básico”, a su historia como proceso y proyecto de estos autores. En tanto, en La Otra Isla, aparece una visión personalista y tangencial de la historia a través de un personaje, maestro de escuela, quien cuenta la historia local de la isla con sus héroes y batallas en sus tertulias cotidianas.

Para finalizar, la autora resaltó cómo en las novelas mencionadas se asoma con todo esplendor la policromía Caribe que cautiva al viajero y que da cuenta de la fascinación por el paisaje, plasmado en una expresión del narrador de Cubagua: “El color es la magia de la isla.” (p 13).

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