viernes, 13 de junio de 2014

CRÓNICA DE LO COTIDIANO

Participación del Centro de Estudios Caribeños de la UDO En el
I Congreso Internacional de Saberes Africanos y de la Diáspora “Afrocaribe Somos”
Caracas, 11, 12, 13 de febrero de 2014
Instituto de Investigaciones Estratégicas sobre África y su Diáspora (Centro de Saberes Africanos)
 (Continuación)
Por:
Dra. Norys Alfonzo,  MSc. Ma. Carolina Caraballo, Dra. Magaly Guerrero, 
Equipo de Investigación del Centro de Estudios Caribeños
 de la Universidad de Oriente
Diseño y montaje: Marlene Soto


JORNADAS DE DISCUSIÓN (2.30 pm.)   
“ÉTICA, IDENTIDAD, INTERCULTURALIDAD Y DIVERSIDAD CULTURAL DEL CARIBE AFRICANO”.
 Mesa de trabajo 2.

Integrantes de la Mesa N° 2 (De izquierda a derecha): Solciré Pérez, José Marcial  Ramos,
Magaly Guerrero y Gladys Obelmejías
Foto: Colaboración del público


1.              El Carnaval en El Callao.
José Marcial Ramos Guédez (Venezuela).
José Marcial Ramos
Fuente: http://saberesafricanos.wordpress.com

El insigne investigador José Marcial Ramos, autor de un amplio repertorio bibliográfico sobre la negritud en Venezuela, disertó sobre el carnaval en El Callao. Señaló que el carnaval es una celebración muy antigua en la historia de la humanidad y es de carácter pagano. Llegó a América a través de los conquistadores y se celebró durante la Colonia. A los esclavos le daban un día libre para celebrar estas fiestas, burlarse de sus amos y olvidar el maltrato por un día. Simón Bolívar también se divirtió en esos carnavales, que se celebraba con colonias, perfumes y bailes.

La zona de El Callao estuvo casi despoblada hasta la segunda mitad del siglo XIX. En 1854 se permitió la inversión extranjera,  sobre todo de inversionistas ingleses y franceses, con lo que se inicia la explotación minera. También se promovió la traída de inmigrantes antillanos. Llegaron de Curazao, de Trinidad y Tobago, Jamaica, Haití, Aruba, lo que significó una nueva presencia de afro descendientes caribeños, estableciéndose en el Yuruari, Guasipati, Tumeremo para realizar actividades mineras. También vinieron personas de la India.

En 1870 se inicia la compañía minera, bajo el gobierno de Guzmán Blanco, a quien le quedaba una gran comisión económica. Ya para 1871 la compañía producía once mil toneladas de oro que iban a Curazao. Fue una de las compañías más importantes del mundo. Los años de 1871 a 1877 fueron de gran esplendor. Se importó artículos de lujo y licores. Se llegó a acuñar la moneda El Callao. Como dato anecdótico, se cree que este nombre se deriva de la circunstancia de que un minero había conseguido oro y nunca reveló dónde quedaba el lugar de la explotación aurífera. Se quedaba callado. Le decían El callao.

En 1924 ya se realizaban los carnavales. Hubo una comparsa que colocó mensajes contra Gómez porque el carnaval solamente se podía realizar en los clubes y no en la calle. Para 1925, según el testimonio de un cronista de la época, el carnaval era organizado por dos grupos por separado: el grupo de propietarios, que traían disfraces de Londres; y el grupo de los obreros, quienes inventaron sus disfraces, inclusive incorporaron los uniformes de sus trabajos.

En este carnaval se destacó un baile con un instrumento especial: el steel band, fabricado con las pipas o barriles del petróleo. También existían las comparsas de diablos y las de las madamas. Con el correr de los años, fue famosa la negra Isidora, quien se dedicó a organizar el carnaval y a rescatar la figura de las matriarcas de las Antillas, sobre todo de Dominica y de Martinica. Ayudaron a perpetuar el patois. Las matriarcas actuaron como multiplicadoras de diferentes roles en la organización, control y disciplina. Lulú, Clotilde e Isidora ejercieron papel preponderante y ya murieron. Con ellas se fue un legado.

Las nuevas generaciones siguen promocionando este carnaval. Según el autor, perdieron la esencia hermosa de la antigüedad. Ya no se usan los trajes blancos.

El carnaval de El Callao es uno de los más promocionados en Venezuela. Se organiza durante todo el año y no se improvisa. Desde sus inicios, se convirtió en ocasión de liberar tensiones, hacer críticas, crear conciencia en la colectividad,  con el particular estilo híbrido de sus elementos culturales.

El público asistente tuvo una animada participación que complementó la información suministrada por el historiador José M. Ramos Guédez. Por ejemplo, se insistió en el disfraz de diablo, muy distinto a los otros diablos de otras festividades en Venezuela. También hubo interés por destacar la presencia  del Calipso como el ritmo y estilo musical característico en el que ha confluido el cuatro de Oriente con la percusión del Caribe. Calipso es una voz de origen africano traída por las mujeres.

Otro aspecto señalado por el público fue la defensa de la biodiversidad, de la flora y de la fauna y de la agricultura que hace el carnaval de El Callao. En conjunto, se señaló que este fenómeno cultural manifiesto en este carnaval es la interculturalidad.

2.           Afroliteratura y construcción de identidad.
   Solciré Pérez (Venezuela).

Solciré Pérez
Fuente: http://saberesafricanos.wordpress.com

Con esta investigación, la autora realizó una revisión de las publicaciones de editoriales venezolanas relacionadas con nuestra identidad cultural. Su pregunta inicial fue: ¿De dónde venimos y hacia dónde vamos?

La autora constató cómo la publicación de libros sobre la cultura afro es escasa, en comparación con otros temas. Los libros específicos sobre el tema repiten de uno a otro, estereotipos negativos sobre la cultura afro que pueden modelizar patrones racistas en la literatura venezolana. Otro aspecto que no está considerado es la presencia de la oralidad en la cultura afro descendiente.

De hecho, la autora también revisó obras literarias venezolanas en donde aparece la figura de ciudadanos afro descendientes y también constató cómo la visión del Criollismo, por ejemplo, es racista. Nuestra literatura puede presentar un canon que contiene imágenes negativas sobre los elementos afro- indígenas y  la venezolanidad. Entonces ¿Cómo pueden apreciar nuestros niños y nuestros adolescentes la imagen de sus ancestros y hermanos indígenas y afros, y de los euros descendientes?

Señaló la autora que la obra de Juan Pablo Sojo como Noche Buena Negra y Un Solo Pueblo sí valora nuestra negritud. Además, hay que revisar otros autores de la época como Teresa de la Parra con Ifigenia y Memorias de Mamá Blanca; y  también las obras de Rómulo Gallegos.


3.      Protagonismo de los personajes afro descendientes en la obra teatral “Los Hombres de los Cantos Amargos” del autor César Rengifo.
  Magaly Guerrero (Venezuela, Centro de Estudios Caribeños de la UDO-Sucre).

Profa. Magaly Guerrero
Foto: Colaboración del público
Una vez más, el Centro de Estudios Caribeños de la Universidad de Oriente, participó con la ponencia Protagonismo de los personajes afro descendientes en la obra teatral “Los Hombres de los Cantos Amargos” del autor César Rengifo, presentada por la profesora Magaly Guerrero, integrante del Grupo de Investigación de dicho Centro. Destacó la investigadora que la obra “Los Hombres de los Cantos Amargos” (1959) se inserta en una tradición literaria y teatral de Latinoamérica que incluye la “temática del negro” y su cultura.

 A través de tres actos, la obra muestra anecdóticamente el momento en que los esclavos de una hacienda cacaotera de los Valles del Tuy, en el año de 1854, se enteran y celebran su liberación a raíz del Decreto que el presidente de la república ha firmado. Argumento que da pie para que Rengifo resalte en la obra el protagonismo del grupo social afro descendiente y su  riqueza espiritual y cultural, con la presencia de más de diecisiete actores en escena,  mostrando el esplendor de los saberes ancestrales, la presencia del tambor, acompañado de los cantos y bailes en el escenario, y que han sido y son el fundamento de parte de la variada identidad cultural venezolana surgida desde la Conquista.
            
La visión de César Rengifo reconoce en esta obra una de las causales de la Guerra Federal, como lo fue la desigual distribución de las riquezas que generó el hambre de todo un pueblo y, también, la importante presencia de Ezequiel Zamora como el gran líder de las causas populares. Su dramaturgia es consecuente con un proyecto ideológico que valora las manifestaciones culturales populares, los cantos, oralidad, espiritualidad de la cultura negra y su decisiva participación en los procesos de la historia venezolana.



4.     Plantas y afrodescendencia: Aproximaciones al estudio de etnobotánica en contextos afrovenezolanos.
Gladys Obelmejías (Venezuela, Centro de Antropología del IVIC).

La investigadora Gladys Obelmejías está realizando un estudio interdisciplinario que relaciona la Salud con la Cultura, relacionando la Etnobotánica con la Etnobiología. Ha hecho un inventario de las plantas útiles desde sus grupos bióticos particulares como los hongos y plantas en general.

Señaló la autora de cómo la lectura de obras de la literatura hispanoamericana y caribeña le indujeron a indagar en este tema por la mención del uso de las plantas medicinales en grupos afro descendientes aparecidos en obras como El Reino de este mundo y El Siglo de las Luces del autor cubano Alejo Carpentier.

Para su estudio, la investigadora ha debido realizar enfoques diacrónicos y sincrónicos, de cómo es el manejo de la biodiversidad, la presencia de las especies autóctonas como el cacao, y el comportamiento de las especies importadas como la caña de azúcar. La importación de diferentes especies vegetales le ha llevado también a estudiar la Economía de Plantación que se desarrolló en Venezuela y las islas del Caribe a partir del descubrimiento y colonización de América.

El proceso de Creolización y la transmisión oral de los esclavos africanos e indígenas autóctonos garantizó la pervivencia de los saberes ancestrales y de la medicina ancestral, desde el  mismo proceso de Plantación y del Cimarronaje, ya que ambos han ido juntos por haber sido realizado por los esclavos africanos. Destacó la investigadora cómo se designa con diferentes nombres el mismo proceso cultural que puede prestarse a confusión: creolización, sincretismo, mestizaje, hibridación. A partir de estos procesos se puede estudiar la Farmacopea afro diaspórica, la curación a través de las plantas y con ello el oficio del Curanderismo, el conocimiento ambiental, el estudio de la sarrapia.

Con el tiempo todas estas manifestaciones culturales de la medicina popular se han contextualizado como folklor en la tradición antropológica. Autores como Lydia Cabrera de Cuba y Sojo de Venezuela han estudiado la relación de las plantas con las deidades, han creado códigos eco-culturales que deben ser revisados nuevamente para su mejor comprensión. El investigador José Marcial Ramos Guédez también tiene trabajos sobre las plantas medicinales en el contexto popular.

Finalmente, se reiteró la necesidad de rescatar para nuestro saber actual la Etnomedicina, un saber ancestral de gran arraigo popular por su eficacia en el cuidado de la salud.



Público Asistente
Foto: Profa. Norys Alfonzo

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